Coronavirus. Quién es Jimena Schiaffino, la argentina que integra la Organización Mundial de la Salud y asiste a Alberto Fernández

Mientras germinan las disputas entre los países por los insumos médicos y afloran las tensiones políticas por las medidas de salud, una mujer oriunda de Córdoba se transformó en una pieza clave para la Argentina en la batalla contra el nuevo coronavirus. Se trata de Jimena Schiaffino, la diplomática que hace de nexo entre el país y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo internacional que en dos meses se transformó en el ojo de la tormenta global.

Como consejera de la Misión Permanente de la Argentina ante los Organismos Internacionales, Schiaffino está asignada frente a la OMS y es el vínculo entre el gobierno de Alberto Fernández y la organización. Diplomática de carrera, antes estuvo en la embajada de India y en el Consulado de Frankfurt y fue nombrada en la Misión en Ginebra en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri. En los últimos cuatro meses, tras la salida del radical Carlos Foradori, el órgano estuvo acéfalo. El próximo embajador, designado la semana pasada, será Federico Villegas Beltrán.

Schiaffino, de 41 años, vive en Suiza con su esposo y sus dos hijos. Asiste a diario a las reuniones -ahora virtuales- que se celebran con eje exclusivo en la pandemia y recopila datos en encuentros bilaterales y conversaciones informales. Su tarea es mantener y agilizar el vínculo con la OMS, y con las misiones permanentes de los otros países. Una dinámica que este año cambió y se aceleró, forzada por las urgencias del nuevo brote.

Desde el 30 de enero, cuando la OMS declaró el brote como "emergencia sanitaria mundial", Schiaffino transmite a diario al organismo la situación del coronavirus en la Argentina, de sus comunicaciones con la Cancillería y el Ministerio de Salud. Y en paralelo, comunica al Gobierno las recomendaciones que hace la entidad en las reuniones informativas cada semana.

En un momento de máxima emergencia, la OMS debate la mejor estrategia para evitar consecuencias del brote peores de las que ya se ven. Principalmente, el desabastecimiento de insumos médicos, reactivos y, eventualmente, por la vacuna. Busca que el acceso sea generalizado y no se impongan en la distribución -únicamente- los países con mayor poderío económico.

Prueba de Solidaridad

En el complicado contexto internacional, el principal proyecto de la OMS donde participa la Argentina es Solidarity Trial, un protocolo de investigación clínica para tratar el coronavirus lanzado por la OMS a mediados de marzo y que casualmente lleva como nombre el concepto (y slogan) detrás de las políticas del nuevo gobierno argentino: "solidaridad".

A contrarreloj y en plena crisis, trabajan en conjunto con otros países para encontrar una cura contra el Covid-19 mientras se elabora la vacuna, que estaría lista recién dentro de un año o hasta 18 meses.

Mientras crecen las cifras de infectados y muertos en todo el mundo, y especialmente en Europa y Estados Unidos, la OMS quiere evitar la descoordinación entre pruebas y desarrollos paralelos de tratamientos en los países, como ocurrió en otras emergencias de salud internacionales como la epidemia del virus Ébola.

Con esa idea como eje central, investigadores de distintas latitudes se reunieron en Ginebra en febrero para priorizar los tratamientos con mayores chances de desarrollo e idearon formas de probarlos. Así conformaron Solidarity Trial.

Cuando la OMS lo presentó públicamente, fuentes oficiales dijeron que el organismo había elegido a la Argentina para estar en el programa, cuando en realidad, la OMS había invitado al país para que participe y el Gobierno pidió formar parte, de acuerdo a las reglas preestablecidas.

La Argentina fue uno de los diez primeros países en anotarse para participar. Hoy, unos 80 estados nacionales están en proceso para ingresar al programa, que permitirá obtener datos comparables sobre tratamientos para los contagios de Covid-19. Los medicamentos que se utilizarán ya están autorizados para otras enfermedades y se evaluará su efectividad sobre el coronavirus.

Las primeras pruebas con los medicamentos recomendados por la OMS comenzaron a realizarse en el Hospital Posadas, pero la participación en el programa aún no es oficial y faltan las autorizaciones regulatorias y éticas de la Anmat y el Ministerio de Salud. Ante la consulta de LA NACION a la cartera sanitaria, no se brindaron detalles sobre el avance de esos trámites.

Schiaffino remarca la importancia de intervenir en estas pruebas para acceder a información "de primera mano" sobre los resultados y conocer las discusiones entre los expertos. "Si no participamos, nos vamos a enterar por los diarios de información fundamental", dice la diplomática a LA NACION.

Relación entre la Argentina y la OMS

La Argentina y el organismo internacional mantienen históricamente buenas relaciones. El año pasado, el país fue elegido para formar parte hasta 2022 del Consejo Directivo, junto a otros 33 estados. Desde entonces, participa en la mesa de toma de decisiones sobre políticas de rectoría en salud pública global.

Hace dos semanas, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, envió una nota a varios presidentes, entre ellos Alberto Fernández, donde les agradeció los esfuerzos de sus países para enfrentar el Covid-19.

Pero así como reconoce a algunas naciones, evita cuestionar a otras, aunque no sigan sus recomendaciones, como en el caso de EE.UU. y Brasil, que retrasaron o rechazaron las medidas de distanciamiento o aislamiento social. "La OMS no señala con el dedo cuestiones negativas, porque parte de la base de que cada país conoce su propia realidad y toma sus decisiones según las circunstancias en el momento de la epidemia", explica Schiaffino.

Recientemente, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que retirará el financiamiento al organismo al criticar su actuación ante la pandemia y acusar a la OMS por "encubrir" el brote. La medida causó críticas en todo el mundo y el director de la OMS dijo lamentarlo.

Viaje clave

En febrero, cuando el Gobierno aún evaluaba los efectos del coronavirus, una delegación argentina viajó a Ginebra, encabezada por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, para mantener los primeros contactos entre el nuevo gobierno y el organismo internacional. Entonces se habló mucho sobre el incipiente Covid-19.

En esos días de frío europeo, la secretaria y la consejera tuvieron una serie de reuniones bilaterales con autoridades de la OMS que sirvieron para obtener información para las medidas que luego se implementaron en la Argentina.

Hoy, Schiaffino destaca que la Argentina actuó con mayor celeridad ante la pandemia en comparación con otros países, en particular con las medidas de distanciamiento social. "El resultado lo veremos en las próximas semanas, pero Vizzotti trabajó mucho acá y obtuvo información sobre el Covid desde el primer momento", asegura sobre la funcionaria, hoy convertida en la principal vocera de la situación del coronavirus en la Argentina, junto al ministro de Salud, Ginés González García.

Testeo, testeo, testeo

"Tenemos un mensaje muy simple para todos los países: testeo, testeo, testeo". Con esas palabras, el director general de la OMS dejaba en claro el mes pasado, en conferencia de prensa, la principal recomendación del organismo para frenar la pandemia.

Mientras tanto, en el tablero internacional se produce una lucha descarnada por la obtención de reactivos y kits de testeo, además de los insumos de protección y los respiradores. Por eso, en reuniones recientes, algunos países plantearon a la OMS que intervenga en esas disputas. Sobre todo, adelantándose al momento, aún lejano, en que se espera obtener una vacuna efectiva y segura contra el virus.

"Hay muchas discusiones en este sentido", revela Schiaffino a LA NACION. La OMS trabaja hoy en un mecanismo, llamado Crisis Management Team, para coordinar la respuesta ante este problema desde los organismos internacionales y asegurar la cadena de suministros.

Desde ese grupo buscan identificar en qué áreas hay mayores problemas, asegurar los equipos de protección personal, como las máscaras. Y, eventualmente, el acceso de los países a la vacuna. Si bien no se espera que haya una vacuna hasta dentro de un año, una vez que se identifique, quieren asegurar que se produzca rápido y que llegue primero a los países que más los necesitan, por el tipo de brote, y luego a todos.

La Asamblea, en vilo

Hoy, en las oficinas de la sede central se suspendieron las reuniones presenciales para evitar los contagios de coronavirus, en línea con las recomendaciones del organismo a los países.

Mientras se viven días de tensión, se discute virtualmente la posibilidad de suspender la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano decisorio supremo de la OMS que se reúne cada año con delegaciones de los estados miembros. En 2020 estaba prevista del 17 y el 21 de mayo.

En condiciones normales sería el evento más importante del año. Pero hace semanas los ministerios de Salud están abocados por completo al coronavirus y se postergaron todas las reuniones preparatorias. Por ahora sigue en pie, pero se esperan novedades en los próximos días.