La arquitecta Andrea Camacho, a cargo de la pequeña remodelación y un verdadero tetris en cuanto a la ambientación, comparte las claves de este proyecto exitoso.
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“El presupuesto era limitado y los requerimientos, muchísimos”, sonríe la arquitecta Andrea Camacho, socia de Binomio Arquitectura, al recordar esta obra, que hasta implicó encontrar el departamento adecuado para satisfacerlos. “Lo reformamos y ambientamos para un matrimonio cordobés que viene cada quince días a Buenos Aires. Querían huellas de su historia en la decoración, plantas, y lugar suficiente para sus dos hijos varones, universitarios. Podía ser que viniera ninguno, ambos o solo uno de ellos con la novia, lo que suponía un desafío interesante en cuanto a las camas”.

Imposible no preguntar por qué no prefirieron un hotel. “Yo pensé lo mismo, pero a ellos no les resulta cómodo: no siempre saben con anticipación qué día viajan ni a qué hora llegan, y no es raro que cancelen a último momento. Acá no tienen las restricciones del check-in, están en una zona turística con buena gastronomía y cuentan con amenities que les dan expansión y les permiten reunirse con amigos sin tener que mantener algo grande”.
Personal y funcional

“Elevamos la altura de la isla y le agrandamos la tapa para que pudiera funcionar como mesa de comedor y no tener que poner una en tan pocos metros”.

Diseñamos dos camas con cajones y rueditas. Si la pareja viaja sola, quedan a 90°; si vienen los dos hijos, se ponen paralelas; si viene un hijo con la novia, se juntan.”
— Arq. Andrea Camacho, de Binomio Arquitectura, a cargo del proyecto

Picaron paredes para esconder los cables de las teles sobre el escritorio y en el cuarto: como no había lugar de apoyo, tuvieron que colgarlas.

“En algún momento vacilamos entre dejar la isla o quitarla para poner una mesa, pero hubiéramos perdido el lugar de guardado bajo su mesada”, revela la arquitecta Camacho.


“La mesita rebatible da lugar para sentarse a disfrutar de un café al aire libre. Allí queda la mitad de las banquetas cuando son solo dos visitantes”.
Truco visual

“Vivimos en una casa de campo y odiamos Buenos Aires. ¡Hacé que nos guste estar acá!”, fue el clarísimo y urgente pedido de los dueños. A eso respondió Binomio Arquitectura con fotos de la capital y el interior, madera (Patagonia Flooring Castelar) en el respaldo a medida, textiles artesanales y cortinas generosas con excelente caída (todo de Laura Molina Deco).
“El cabezal de pared a pared y las cortinas que toman todo el lateral (acá superando ampliamente la ventana) fueron recursos efectivos para agrandar visualmente el dormitorio”.

“Para darle amplitud a un baño chico, reemplazamos cortina por mampara y cambiamos el espejo por este, que va de la bacha al techo, por lo que debimos calarlo para amurar la grifería”.
Plano detallado

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