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En nuestra cotidianeidad, la oferta de alimentos ultraprocesados es cada vez mayor. La nutricionista Ana Chezzi estuvo en LN+ para analizar los riesgos que estos productos representan para la salud de los más chicos.
La profesional destacó que muchos niños consumen “comida de chicos” en exceso, refiriéndose a alimentos como patitas de pollo, hamburguesas y salchichas, que no aportan nutrientes esenciales y pueden generar problemas de salud a largo plazo.
“A mí me llegan chicos de 9 años bastante excedidos en peso y cuando les pregunto a las madres qué comen, ellas me responden: ‘comida de chicos’. Entonces les digo a qué se refieren y me dicen patitas, patys, salchichas: eso no es comida. Eso son ultraprocesados que no alimentan“, explicó Chezzi.
La nutricionista señaló que estos alimentos suelen contener glutamato monosódico, un aditivo que potencia el sabor y hace que los niños prefieran estos productos a las opciones más saludables. Además, el alto contenido de azúcares y grasas saturadas en los ultraprocesados contribuye al aumento de peso y al desarrollo de enfermedades, como la diabetes y el colesterol alto en edades cada vez más tempranas.
Según Chezzi, el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados puede tener graves consecuencias para la salud de los niños, entre ellas:
La nutricionista ofreció algunos consejos prácticos para ayudar a los padres a revertir los malos hábitos alimenticios de sus hijos:
A partir de su experiencia, para Chezzi el desayuno promedio de muchos niños que van al colegio suele consistir en “juguitos de caja y galletitas dulces”. Para mejorar esta situación, la nutricionista recomienda ofrecer “opciones más saludables”.
Algunas de ellas son:
Chezzi subrayó la importancia de incluir proteínas en las comidas de los niños, ya que ayudan a mantener la saciedad y evitan los picos de glucosa. “Las proteínas de origen animal, como la carne, el pollo y el pescado, son una excelente opción, aunque también se pueden obtener proteínas de origen vegetal a través de legumbres y otros alimentos", graficó.
Por otro lado, la nutricionista lamentó que “muchos pediatras están desbordados y no tienen tiempo de brindar a los padres la información necesaria sobre nutrición infantil”. En este sentido, destacó la importancia de que los adultos busquen información confiable y “consulten con profesionales de la nutrición para recibir una guía personalizada”.
“Cuando leés los ingredientes y los primeros van de mayor a menor, si el primer ingrediente es azúcar y harina blanca, ya estás al horno”, concluyó Chezzi, enfatizando la importancia de leer las etiquetas de los alimentos para tomar decisiones informadas y proteger la salud de los niños.