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En el mundo de la gastronomía, ciertos alimentos han logrado trascender su función básica para convertirse en auténticos tesoros culinarios. Uno de estos es el chucrut, un producto fermentado que ha ganado una merecida fama, al punto de ser denominado por algunos como “oro blanco”. Este peculiar sobrenombre no es casualidad; el chucrut, originario de la región central de Europa, ha sido elogiado durante años no solo por su sabor distintivo, sino también por los numerosos beneficios que aporta a la salud.
Su riqueza en probióticos naturales lo convierte en un aliado de la flora intestinal, mientras que su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la digestión lo ubica en un lugar privilegiado dentro de los hábitos alimenticios. De este modo, el chucrut no solo preserva una herencia culinaria centenaria, sino que también se presenta como un ingrediente esencial para quienes buscan un equilibrio saludable en su alimentación diaria.
El Código Alimentario Argentino define el chucrut como el producto obtenido mediante la fermentación láctica natural de hojas finamente picadas de diversas variedades de repollo blanco y duro (Brassica oleracea). Este producto puede contener o no condimentos y debe presentarse en buen estado de conservación. Según las normas, debe tener un contenido de cloruro de sodio no menor de 2% ni mayor de 3,5%; con una acidez expresada en ácido láctico no inferior al 1%, y un pH no mayor a 4,1. Además, el color del chucrut debe ser blanco amarillento.
“Es un alimento probiótico porque en el proceso de fermentación sucede la colonización, es decir, se desarrollan bacterias/microorganismos vivos que luego uno incorpora a su propia microbiota”, indica Yael Hasbani, asesora en Dietética y Nutrición Natural.
@labondancedebea 00 CHucRuT Me encanta fermentar verduras, hago de todo tipo. Pero si tuviese que elegir solo uno sería el chucrut, la col fermentada. Y le añado una manzana. El chucrut es un probiótico natural básico para cuidar tu flora intestinal, además de estar buenísimo. Quizá al principio no te guste demasiado, pero una vez lo vas probando, verás como te va enganchando. El único secreto para hacerlo es paciencia. Ya se ha convertido un básico en mi nevera e impresdindible en mis ensaladas y tostadas del desayuno. Ingredientes: * 1 col blanca o morada * 1/2 manzana (opcional) 1 C de sal Bayas de enebro (opcional). Por cierto, esto son las cositas negras que se ven (no moscas como alguien a comentado ...) Tarros de cristal herméticos esterilizados 1. Elaboración: 2. Limpia la col, paréela en una juliana muy finita (se puede picar o rallar, pero me gusta mucho más la textura con el cuchillo), ponla en un bol. Reserva y no tires las hojas exteriores. 3. Ralla y añade la manzana. 4. Añade la sal y, con las manos, masajea apretando durante 5. 10-15 min. Tiene que salir líquido, si no es así, sigue masajeando hasta obtenerlo. Quizá te tarde menos. 6. Rellena los tarros apretando muy bien, sin que quede espacio (es importante prensar al máximo). Deja un poco de espacio al final, cubre con las hojas de col reservadas y tapa sin llegar a cerrar. 7. Tiene que quedar cubierto de su propio 8. líquido. 9. Guárdalo en un lugar seco y oscuro, primero sin la tapa (puedes tapar con un paño). Espera de 2 semanas a 1 mes antes de consumirlo (dependerá de como te guste de ácido) 10. En la primera semana verás como hace efervescente y sale líquido, después de limpiarlo, en la segunda semana ya podrás cerrarlo, pues no se saldrá más. Por eso te recomiendo por un platito o recipiente bajo de los botes. Es así de sencillo, eso si, una vez abierto, tienes que mantenerla en la nevera. Con mucho amor, L’abondance de Bea 🤍 #chucrut #verdurasfermentadas #lactofermentacion #microbiota #macrobiota #disbiosis #simbiosis
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Con una larga historia de consumo, especialmente en las culturas europeas, el chucrut cuenta con una vasta evidencia científica que respalda los beneficios de su consumo para la salud y que se deben, en gran parte, a su alto contenido en probióticos y nutrientes.
Es versátil y se puede incorporar fácilmente en las comidas diarias. Aunque Hasbani advierte que niños y embarazadas deben consultar obligatoriamente con un profesional antes de consumir chucrut, especialmente, con motivo de la procedencia del producto. “Saber bien sobre su origen o cómo se prepara es esencial porque el ambiente en donde uno prepara el alimento fermentado puede contaminarse con bacterias no beneficiosas”, revela.
En cuanto a su ingesta, la experta en nutrición sugiere comenzar con pequeñas cantidades que acompañen platos principales o hidratos de carbono con proteínas como puede ser un arroz con vegetales.
Si el chucrut es comprado Hasbani sugiere corroborar que tenga fecha de vencimiento, número de lote, Registro Nacional de Establecimiento (RNE) y Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA) que “aseguran una inspección previa en el proceso de elaboración del producto”, informa.




