Estados Unidos, tetracampeón mundial: la selección femenina venció a Holanda y se quedó con el título en Francia 2019

Nadie pudo con Estados Unidos en el Mundial de Francia 2019: el conjunto norteamericano extendió su hegemonía después de vencer a Holanda por 2-0 en la final de la Copa del Mundo de Francia y consiguió su segundo título consecutivo. Es el cuarto de su historia después de haberse consagrado en 1991, 1999 y 2015. Megan Rapinoe y Rose Lavelle marcaron los goles de un equipo que ganó sus siete partidos, mantuvo la valla invicta en cuatro, marcó 26 goles y apenas recibió tres.

Cuatro años después de golear a Japón, las estadounidenses volvieron a celebrar después de imponerse a las holandesas en un trámite que dominaron de principio a fin aunque Holanda consiguió oponerle mayor resistencia que sus seis rivales anteriores: ninguno de los equipos que las enfrentaron pudieron sostener su valla invicta más allá de los 12 minutos iniciales.

Estados Unidos se paseó durante la fase de grupos. Después de golear a Tailandia por 13-0 en el debut, borraron a Chile de la cancha con un contundente 3-0 en el que se destacó la arquera Christiane Endler y se impusieron por 2-0 a Suecia para clasificar a octavos de final con la primera ubicación. España, en pleno crecimiento, representó un desafío exigente que resolvieron desde el punto de penal gracias a los dos goles de Megan Rapinoe durante los noventa minutos. El anfitrión Francia quedó en el camino en los cuartos de final e Inglaterra, una de las potencias europeas, claudicó en las semifinales.

Holanda, última campeona de Europa, no encontró la fórmula para lastimar a Estados Unidos más allá de que consiguió sostener su resistencia en su segundo Mundial. Fue Sari Van Veenendaal, la arquera de 29 años que ataja en el Arsenal de Inglaterra, la responsable de que las europeas se fueran al vestuario sin goles y con el empate en su poder. Van Veenendaal fue la figura del partido, primero sosteniendo la paridad con dos fantásticas atajadas frente a Alex Morgan y Samantha Mewis. Con Estados Unidos en ventaja, reapareció para mantener la ilusión de una remontada que jamás llegó.

Las estadounidenses quebraron el marcador en el segundo tiempo cuando Stefania Van Der Gragt le cometió una infracción a Alex Morgan dentro del área la árbitra Stephanie Frappart sancionó a instancias de un VAR que tenía a la argentina Mariana De Almeida como asistente de video. Rapinoe, el símbolo de la Selección y el deporte de su país, transformó el penal en gol y celebró con su clásico festejo que imita el paso de una bailarina. Fue Rapinoe una de las grandes protagonistas del Mundial gracias a su talento dentro de la cancha y sus declaraciones fuera de ella: "No iré a la maldita Casa Blanca", había anunciado antes de ser campeona del mundo durante su cruce con Donald Trump.

Rose Lavelle le puso cifras definitivas a los 69 minutos con un golazo de producción unipersonal que volvió a batir la solitaria resistencia de Van Veenendaal. Lavelle, quien se desempeña en el Washington Spirit de la liga de su país, amagó a una pared con Alex Morgan y definió con un disparo que vulneró al arco holandés para establecer el 2-0 decisivo.

No hubo sorpresa en Estados Unidos. Como pocas veces, se dio la lógica: su cuarto título mundial es la consecuencia de sus secretos. Otra vez consagradas como el mejor equipo del mundo, con una entrenadora como Jill Ellis que igualó a Vittorio Pozzo como los únicos entrenadores en historia en ganar dos mundiales seguidos, las norteamericanas celebrarán largo y tendido mientras el fútbol femenino sigue evolucionando alrededor del planeta tratando de desbancar a las poderosas estadounidenses que hoy festejan su cuarto título.