Primera Nacional: serios incidentes tras el final del partido entre Estudiantes de Buenos Aires y Ferro

Luego de que el juez principal indicara que el encuentro futbolístico había llegado a su final en Caseros, que Ferro Carril Oeste venciera como visitante a Estudiantes de Buenos Aires (BA) por 2 a 1 en la Primera Nacional quedó por unos instantes opacado. Enojados con la terna arbitral por distintos fallos que supusieron en contra a minutos del cierre del partido, los jugadores y el cuerpo técnico del local arremetieron contra los asistentes de manera violenta. Los encontronazos prosiguieron con algunos futbolistas del verde, que festejaban en la cancha una victoria importante dentro de los primeros puestos.

Pasadas las 20.30 de ayer, el árbitro José Carreras dio el pitazo final del partido que se disputaba en el municipio de Tres de Febrero. Con goles de Jonathan Herrera a los 14 minutos y Gastón Moreyra a los 34, el club porteño le ganó a Estudiantes de Buenos Aires que había marcado un tanto cuando los jugadores suplentes aún se acomodaban en el banco. Pero los jugadores y el cuerpo técnico del local reaccionaron inmediatamente contra los jueces.

La tensión contra los jueces había escalado incluso antes de que terminara el encuentro de la zona B por la jornada 21 de la Primera Nacional. Cuando se disputaban los ocho minutos del tiempo de descuento adicionado, el árbitro Carreras cobró un penal para Estudiantes, pero luego retrotrajo la medida a instancias del asistente Nº 1, Nicolás Rosaminer, y dijo que había tiro desde el córner.

La decisión enojó al banco de los locales, situación que empeoró cuando Nahuel Arena -jugador de Ferro- tocó entonces la pelota con la mano en el área chica, pero los jueces no cobraron el penal. Con el pitazo final, los pinchas se abalanzaron sobre la terna arbitral sin dudarlo. Hubo corridas desde el banco de suplentes para arremeter contra los jueces. Walter Otta, el técnico de Estudiantes, era quien trataba de calmar a los protagonistas.

En medio de las violentas discusiones, algunos jugadores fueron también a buscar a los deportistas del verde que festejaban la importante victoria que los dejó en el puesto quinto de la tabla, en zona del reducido. Los forcejeos se trasladaron hasta las puertas de los vestuarios.

Lamentablemente, no se trató del único hecho que empañó la jornada futbolística en el ascenso. Previo a este encuentro, hubo otros dos partidos que también finalizaron en medio de escándalos y con el enojo puesto en lo mismo: las ternas arbitrales.

En Zárate, los futbolistas de Defensores Unidos terminaron el partido ante Almirante Brown enojados con el juez principal y protagonizaron incidentes con la policía en el ingreso al vestuario. Mientras tanto, en Puerto Madryn, un encuentro se suspendió en el entretiempo debido a que el referí que estuvo a cargo de Guillermo Brown ante Defensores de Belgrano acusó que un compañero de su terna sufrió agresiones en el túnel.

LA NACION

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