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El columnista de F90 (ESPN), Oscar Ruggeri, contó este miércoles que vio el video de la ecografía de su nieta, y aportó un tierno detalle sobre la filmación. “¡No sabés cómo se mueve!”, le dijo al conductor del ciclo, Sebastián Vignolo, mientras hacía un movimiento con los pies. Luego, añadió: “Me decían: se está poniendo el dedo en la boca. ¡Y se ve!”. Además, explicó que su hija Candela se sometió al estudio el día martes.
Después, se puso en el lugar de su hija y de su yerno, el empresario y exfutbolista Nicolas Maccari. “Que lindo lo que están viviendo. Y después, lo que vivimos nosotros los abuelos. Te la traen, sic. A la noche se la llevan. Está bárbaro eso”, admitió. Acto seguido, Vignolo le consultó al “Cabezón” si sus nietos duermen con él.
Sincero, Ruggeri contestó: “(Sí), pero es imposible. En la cama, con Nancy, en un momento, me pasa uno por la cabeza, aparecen las patas de unos por acá. Se cruzan, viste. Andan por la cama dormidos, no sé por qué tanto movimiento. Pero nosotros, ¿éramos así?”, se preguntó.
A la vez, admitió que su nieta “transpira” por el calor que tiene en su casa, donde cuenta con losa radiante. Cuando sus compañeros le pidieron que la apague, el exdefensor se negó a hacerlo y retrucó con un recuerdo de su infancia: “¡Que se destape! Cuando era chico, no tenía calefacción. Era el calentadorcito, hasta que: ‘¡a dormir!’. Se apagaba, y todo el mundo a dormir, tapados. Yo a veces me pongo a pensar, y digo: ¿yo sufría? No tenía frío. Pero no teníamos otras cosas”.
En otro tramo del programa, el exfutbolista contó la trágica historia de su madre, por la cual él nunca tomó alcohol. “Mi abuelo, el papá de mi mamá, era borracho, era alcohólico. Y le pegaba. ¿Sabés que mal que la pasó? Le pegaba a mi abuela. Mi mamá se metía para defenderla, y cobraba mi mamá. Por eso no me gusta el alcohol”. En tanto, reveló los secretos para mantenerse activo y vital a los 60 años, y dejó un mensaje de concientización para las personas de su edad: “Hay que no comer cualquier cosa. No chupetear tampoco. El alcohol te hace mal”.
Por último, admitió que solo una vez se “emborrachó”, y fue por aspirar el humo de un puro. “Me mamé una vez con un habano. ¡No sabés el pe... que me agarré! Iba a los escalones, parecía que no tenía escalera. Terminé de cenar, me prendieron un puro, me puse así. En mi vida fumé. Tragaba el humo. No me di cuenta, yo veía que todos tiraban el humo. ¡Un pe...!. Me tuvieron que llevar a mi casa. Estábamos todas las parejas. Me decían: ‘dale, tenés que fumar”. Ruggeri jugó en el América en el año 1993. Además, dirigió al mismo equipo once años después, en 2004.