¿Y la competencia entre superpotencias?: el capítulo faltante de la estrategia de seguridad de Trump
El presidente estadounidense toma distancia en el debate sobre la histórica competencia con las mayores economías y potencias nucleares del mundo como Rusia y China
7 minutos de lectura'
WASHINGTON.– La última vez que el presidente Donald Trump presentó una estrategia de seguridad nacional fue hace ocho años, cuando anunció el regreso del duelo entre superpotencias y describió a China y a Rusia como potencias “revisionistas” que querían terminar con el predominio de Estados Unidos a nivel mundial.
“China y Rusia amenazan el poderío, los intereses y la influencia de Estados Unidos, intentando socavar la seguridad y la prosperidad norteamericanas”, escribió entonces en un documento que reflejaba la influencia de los asesores de su primer mandato. “Esos países han decidido cerrar sus economías y hacerlas menos justas, incrementar sus fuerzas militares, y controlar la información y los datos para reprimir a sus pueblos y extender su influencia”, afirmó.
Ocho años después, aquel diagnóstico parece más cierto que nunca. Durante ese tiempo, ambos rivales de Estados Unidos han profundizado y hasta exagerado la “asociación sin límites” que los une. Desde que se publicó aquella estrategia, en 2017, la fuerza nuclear de China más que se duplicó, y sus ciberataques han penetrado las telecomunicaciones y la infraestructura privada y estatal de Estados Unidos.
Rusia está librando una guerra de casi cuatro años en Ucrania y una guerra encubierta contra aliados de Estados Unidos en toda Europa.
Sin embargo, si leemos la estrategia de Trump 2025, no aparece nada de eso. Si bien los diarios han puesto el foco en el punto donde dice que los aliados europeos deben poner fin a la migración masiva y elegir partidos “patrióticos” o enfrentarse a su “desaparición como civilización”, lo más sorprendente de ese documento de 33 páginas es lo que omite.
Rusia es mencionada en apenas cuatro párrafos, y nunca en tono de condena por su invasión de un Estado vecino, una guerra que ya ha dejado más de 1,5 millones de víctimas. Por el contrario, el documento presenta a Estados Unidos como una especie de negociador neutral que puede reducir las tensiones entre Rusia y Europa y “restablecer la estabilidad estratégica” con Moscú.
Tampoco dice prácticamente nada de la batalla diaria que se libra en el ciberespacio contra los hackers patrocinados por el Estado chino, y eso después de que la semana pasada el gobierno alertara sobre otra penetración profunda en las redes informáticas privadas y públicas de Estados Unidos. Pero esas no son las únicas amenazas directas a la seguridad de Estados Unidos cuya omisión resulta extraña.
En 2017, Trump amenazó con “fuego y furia” a Corea del Norte, que en ese momento poseía entre una y dos docenas de armas nucleares. La estrategia de 2017 señala que ese país “busca tener la capacidad de matar a millones de estadounidenses con armas nucleares” y está profundizando su capacidad bélica química, biológica y cibernética. Hoy, tras años de diplomacia fallida, Corea del Norte tiene 60 armas nucleares o más…
Y sin embargo, en la nueva estrategia Corea del Norte no es mencionada ni una vez. A Irán apenas se lo menciona, y en términos contradictorios. En la introducción, Trump se jacta de que en junio “destruimos la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán”. Luego, en la penúltima página del informe, una evaluación más detallada asegura que Estados Unidos “degradó significativamente el programa nuclear de Irán”.
“El documento no dice nada sobre cómo el gobierno piensa impedir que Irán reconstruya su programa”, señaló el sábado Scott D. Sagan, profesor de la Universidad de Stanford y autor de numerosos artículos sobre estrategia nuclear.
El texto no aborda ni la lucha entre superpotencias ni las posibles estrategias de contención
Por supuesto que ninguna estrategia puede abordar todas las amenazas que se ciernen sobre Estados Unidos, y las que lo intentan suelen parecerse a una interminable lista de desafíos. En sus párrafos iniciales, el nuevo informe aclara que se centra en unas pocas amenazas graves para la seguridad nacional y que el objetivo es “garantizar que durante las próximas décadas Estados Unidos siga siendo el país más fuerte, rico, poderoso y exitoso del mundo”.
“No todos los países, regiones, problemas o causas, por muy valiosos que sean, pueden ser el foco de la estrategia norteamericana”, afirma el documento, y a continuación, pasa a priorizar el hemisferio occidental. En gran medida, eso implica una actualización de la Doctrina Monroe —que declaraba que el continente americano y sus aguas circundantes pertenecían a la esfera de dominio de Washington— con un “corolario a lo Trump”. Y para sorpresa de nadie, se centra en limitar la migración y el narcotráfico.
Aun así, resulta chocante que se desvíe del debate sobre la competencia, de siempre y de ahora, entre las dos mayores economías y las tres mayores potencias nucleares del mundo.
El texto no aborda ni la lucha entre superpotencias ni las posibles estrategias de contención. Aboga por un rápido fin de la guerra en Ucrania y en términos que preserven un Estado ucraniano como forma de lograr esa imprecisa “estabilidad estratégica” con Estados Unidos. Y aunque hay más páginas del documento dedicadas a China que a cualquier otra nación, todo está mucho más centrado en las relaciones comerciales que en la competencia estratégica.
La expansión nuclear de China, que desvela al Pentágono y a los planificadores estratégicos desde hace años, es mencionada al pasar, y apenas se habla de los ciberataques, sorprendentemente sofisticados y extensos, que han infiltrado los sistemas de telecomunicaciones y servicios públicos de Estados Unidos y ahí siguen alojados, a pesar de años de esfuerzo para eliminarlos.
Extraña y falsamente, el informe contiene más condenas a los aliados europeos de Estados Unidos que a sus adversarios, China y Rusia
“Lo más impactante es la sección sobre Asia”, dice Peter D. Feaver, profesor de la Universidad de Duke y director del programa American Grand Strategy. “Al hablar de competencia económica, se menciona a China explícitamente y con gran detalle, pero al hablar de amenazas militares en el Indo-Pacífico son todas vaguedades”.
Y agrega: “A diferencia de la primera estrategia de seguridad de Trump, ahora no se nombra a China por su nombre como un país que represente una amenaza militar, y tal vez esa sea la omisión más notoria de todo el documento”.
Sin embargo, no es el único ámbito en el que se minimiza la competencia con China, al menos en comparación con la estrategia de Trump en su primer mandato y la del posterior gobierno de Biden.
“Piensen en la lista de desafíos en los que China representará la mayor amenaza para Estados Unidos en las próximas décadas”, apunta R. Nicholas Burns, exembajador norteamericano en China hasta enero y exembajador ante la OTAN como funcionario de carrera del servicio exterior. “Acá el tema es quién emergerá como ganador en tecnología: inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, ciberseguridad. Esos temas están relacionados con la intensa competencia militar que mantenemos diariamente con China en todo el Indo-Pacífico”.
De hecho, extraña y falsamente, el informe contiene más condenas a los aliados europeos de Estados Unidos que a sus adversarios, China y Rusia. El texto no condena a Rusia por su invasión a Ucrania ni por las evidencias de que Putin estaba considerando lanzar armas nucleares tácticas contra ese país.
No hay que olvidar que el último gran tratado de control de armas nucleares con Rusia, conocido como New START, expira en dos meses, pero el documento no contiene previsiones para evitar una renovada, costosa y desestabilizadora carrera armamentística. Por el contrario, ensalza las defensas antimisiles, “incluyendo una Cúpula Dorada para el territorio de Estados Unidos”, un proyecto que Trump anunció a los pocos meses de asumir el cargo.
Traducción de Jaime Arrambide
Otras noticias de Donald Trump
Tregua. Netanyahu anuncia una reunión con Trump y anticipa que la segunda fase del plan para Gaza está “cerca”
Dura crítica. Estados Unidos podría poner fin a su apoyo al esfuerzo bélico en Ucrania, dice Donald Trump Jr
Quiénes quedan excluidos. La administración Trump cambia las normas para el acceso de migrantes a programas de vivienda
- 1
Un ataque en un bar clandestino en Sudáfrica deja al menos 12 muertos
2Qué papel juega EE.UU. en Somalia, el país del que Trump no quiere inmigrantes y el Pentágono lleva años bombardeando
3Uruguay: un argentino murió en un brutal choque frontal contra un camión
- 4
Venezuela: murió en prisión el exgobernador Alfredo Díaz, detenido tras las últimas elecciones





