De Videomatch a ShowMatch: los 30 años del ciclo que coronó a Marcelo Tinelli como rey de la televisión
La anécdota es muy conocida: cuando Gustavo Lutteral rechazó conducir un ciclo deportivo pensado para las medianoches de Telefe, Gustavo Yankelevich decidió probar a un joven periodista que había llamado su atención hablando de fútbol en Badía & Compañía. Seguramente, el entonces gerente de programación de la señal de San Cristóbal no se imaginaba que estaba ayudando a forjar la carrera de quien, en poco tiempo, se convertiría en uno de los hombres más poderosos de la televisión argentina.
Marcelo Tinelli había llegado de su Bolívar natal con un sueño que comenzó a desandar cuando consiguió trabajo como cadete en Radio Rivadavia. Luego tuvo la posibilidad de hacer notas para el programa de José María Muñoz, y en esa misma señal conoció a quien le abriría las puertas de la televisión, Juan Alberto Badía. Ya dentro del ciclo de su "padrino artístico" en Canal 13, fue soltándose frente a cámaras y ganando terreno, hasta el punto de dejar de ser un columnista deportivo para entrevistar artistas y ser una suerte de ladero del popular conductor. Fue así que lo descubrió Yankelevich y lo reclutó para un curioso experimento: un programa deportivo en las medianoches de Telefe.
De esa forma, en marzo de 1990 el canal de las pelotitas puso al aire Videomatch, un compilado deportivo que servia como cierre de programación. En ese momento, la pantalla de Telefe era un hervidero de éxitos, y si bien Tinelli conducía con solvencia (pero aún sin soltura), el programa no terminaba de enamorar a la audiencia. El rating descendía vertiginosamente y el deporte no alcanzaba. El punto más dramático llegó cuando la planillas de rating arrojaron un cero en audiencia. Perdido por perdido, y teniendo en cuenta que no se podía estar peor, la producción resolvió apostar por el humor. De colados y por la ventana, los famosos bloopers llegaban al país, y las risas empezaban paulatinamente a ganar presencia.
La comedia fue comiendo poco a poco más espacio, y los deportes pronto quedaron en el recuerdo. La incorporación del enano Gula Gula (José Kravetz) y luego de Boby Goma (Lionel Campoy) confirmaron que el humor era mucho más atractivo para el público trasnochado que el deporte. Decididos a apostar por las risas, y muy atentos a las libertades que brindaba el horario de la medianoche, Videomatch se convirtió en el laboratorio menos pensado del que salieron sketchs clásicos de la televisión argentina.
Durante esos primeros años se sumaron humoristas que no tardaron en hacer grandes carreras en el rubro: Miguel Ángel Rodríguez , Toti Ciliberto, Pachu Peña , Pablo Granados , Leo Rosenwasser , José María Listorti , Freddy Villarreal , Mariana Briski y el dinosaurio Bernardo entre muchísimos otros. En 1992 hubo una incorporación que al día de hoy es clave: la locutora Marcela Feudale . Esa etapa de Videomatch, considerada como una de las mejores, era de una libertad rabiosa, con un humor que instaló personajes clásicos aún hoy recordados. La comedia se alternaba con largas improvisaciones en piso, y si bien algunas rutinas podían ser repetitivas, el público aún así abrazaba esa propuesta y disfrutaba el irse a dormir con una buena dosis de risas.
Para el año 1996, Videomatch había pasado de ser un ciclo de culto de la tele nocturna, a una de las propuestas más importantes de Telefe, logrando mudarse incluso a un horario central. Nuevos comediantes se sumaban a un éxito indiscutido que pasaba los treinta puntos, y el desfile de famosos invitados incluía tanto a prestigiosos actores y actrices como a figuras de la política, el deporte o la música.
Por esa época las cámaras ocultas se habían convertido en su principal atractivo. Las bromas, que al principio eran a anónimos transeúntes, ahora cobraban más importancia cuando las víctimas eran celebridades que muchas veces se prestaban al juego con sincero entusiasmo. Los sketchs gozaban de un presupuesto mayor, las sátiras a programas y películas famosas se multiplicaban y hasta los viajes por el mundo para cubrir eventos deportivos eran norma.
La llegada del nuevo milenio no marcó un cambio de registro para el programa, que continuaba apostando al humor como su caballito de batalla. La incorporación de Yayo, otro comediante poco conocido que pronto se hizo un nombre propio, le devolvió al ciclo algo de su espíritu primigenio, mientras en propuestas como el "Campenato nacional del chiste "se destacaban humoristas como Cacho Garay. En el año 2000 hubo un importante festejo por las doscientas emisiones, mientras que las parodias y cámaras ocultas realizadas con la complicidad de famosos y con víctimas anónimas eran una última vuelta de tuerca a ese segmento.
Luego de casi una década y media apuntada al humor, el año 2006 encontró a Showmatch en la pantalla de Canal 13, y por una cuestión legal debió abandonar el nombre Videomatch. Fue entonces que el ciclo sufrió su cambio más grande con la llegada del " Bailando por un sueño ", el hoy súper conocido concurso en el que varios famosos (actores, modelos, mediáticos, figuras del deporte y de la música, vedettes) aspiran a convertirse en campeones y cumplir así una acción solidaria. En su primera edición, el certamen lo ganó Carmen Barbieri , una figura que estaría ligada durante muchos años al programa no solo como participante, sino también como jurado.
El "Bailando..." fue el contexto que le permitió a Tinelli tantear distintos tonos, pasando por personajes inclinados a la comedia hasta llegar a bailes de alto voltaje que recibieron fuertes críticas (con el strip dance a la cabeza). Pronto el concurso se asoció a fuertes discusiones entre participantes, con enfrentamientos que en algunas ocasiones llegaban a ser verdaderamente de mal gusto. El baile, presunto centro de atracción, quedaba casi siempre en un segundo plano.
El certamen de baile se nutrió, en varias temporadas, de visitas internacionales y fue el marco también en el que ganaron una nueva dimensión en términos de popularidad figuras como la Mole Moli , Flor Vigna , Noelia Pompa , Aníbal Pachano, Pedro Alfonso o, mucho más cerca en el tiempo, la última ganadora, Sofía Morandi . Mención aparte y muy destacada merece Ricardo Fort , que como jurado y participante, estuvo entre el 2009 y el 2012. En época de rating bajo, la presencia de ese siempre controvertido artista fue una bocanada de oxígeno y le dio al ciclo un renovado impulso.
A lo largo de sus muchas ediciones, la competencia buscó nuevos caminos y disciplinas, y así surgieron el "Bailando kids", "El musical de tus sueños" o "Patinando por un sueño". Por otra parte, en algunos años de ShowMatch, la danza convivió nuevamente con el humor, y si bien la comedia jamás tuvo el protagonismo de los años iniciales, sí hubo personajes que se destacaron por su magnetismo y carisma.
Las ediciones de "Gran Cuñado", con los debatidos momentos entre Néstor y Cristina Kirchner, o la llegada del falso Francisco de Narváez a cargo de Roberto Peña, lograron una enorme popularidad. Por eso, no demoraron en abrirse nuevas discusiones sobre la influencia del programa en su público a la hora de volcarse por esas figuras políticas que se "peleaban" por confrontar con sus imitaciones y crecían en las encuestas cada vez que tenían la posibilidad de desplegar su carisma y sentido del humor sobre la pista.
Con treinta años de historia a sus espaldas, ShowMatch se prepara para una temporada en la que promete no solo una nueva edición del concurso de danza -bajo el rutilante nombre de "Súper Bailando"-, sino que buscará navegar una vez más por el humor y sumará una propuesta original: "Genios de la Argentina", un certamen que recorrerá el país buscando talentos ocultos.
Otras noticias de Marcelo Tinelli
Más leídas de Espectáculos
“Pampita no tiene nada que ver”. Fernando Burlando habló de la nueva denuncia contra Roberto García Moritán
"Se avecina algo muy hermoso”. Soledad Silveyra y Luis Brandoni se preparan para volver juntos al teatro
En fotos. De la complicidad de Wexler, Amigorena y Roger a la gran noche de Fran Tinelli
"Se lo que me hizo". Monstruos: el testimonio de un ex Menudo podría cambiar el destino de los hermanos Menendez