Gran Hermano: la audaz jugada de Julieta, la indiferencia de Romina y un triángulo amoroso que no se define
Así transcurrieron los días de la última semana en “la casa más famosa” del país
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Una estrategia que sorprendió a jugadores y televidentes, una hermanita que suspira por amor y un rencor que no se apaga. Esas fueron algunas de las postales que dejó la semana en Gran Hermano. A continuación, un repaso por los momentos más jugosos de los recientes días en la famosa casa del reality.
Julieta y una gran estrategia
En las semanas iniciales, a Julieta le decían Disney. La joven, de preocupaciones superficiales y tono relajado, no amenazaba con ser una de las grandes jugadoras de la casa, y en su día a día parecía más preocupada por su ropa y maquillaje, que por quedar en placa. Pero ella engañó a todos: con el correr de las galas, Julieta observaba la casa con sutileza, y varias de sus opiniones revelaban una lectura acertada de lo que sucedía en el juego. Y ese camino llegó a un punto cúlmine esta semana, en la que puso en práctica una arriesgada jugada que podría coronarla como la estratega más brillante de esta edición.
Julieta se convirtió en la líder de la semana y, como tal, tenía la posibilidad de salvar a un compañero de placa. Esta vez, los nominados eran Romina, Lucila, Camila y Alfa, y muchos estimaban que Romina, amiga de la líder, iba a ser la salvada. Pero no fue así. Con el objetivo de eliminar a Alfa, a quien muchos quieren fuera de la casa, Julieta salvó a Camila, porque desde su óptica, una placa de él contra ambas mujeres, es una expulsión segura. Esa decisión le valió que la cuestionaran, pero ella lo dejó muy claro: su jugada fue puramente basada en estrategia, y no en amistad. Disney se jugó el todo por el todo y puso en la guillotina a sus grandes aliadas porque confía que el público va a votar a Alfa. Si todo le sale bien será aplaudida, pero si falla en su lectura, seguramente se gane la enemistad de quienes confiaron en su decisión.
Romina no olvida
Hasta hace pocos días, Romina y Alfa eran grandes amigos. Sus peleas y reconciliaciones los convertían en el matrimonio de la casa, y aunque no había atisbo de vínculo romántico, los dos tenían un ida y vuelta de mucha complicidad. Hasta que Walter habló de más, dio una opinión que a ella le dolió profundamente y explotó una discusión que dejó huella. En los días posteriores, y pensando que la situación se había enfriado, Alfa intentó volver a establecer esa amistad, tuvo gestos muy amables y buscó recuperar esa relación de tanto cariño. Pero Romina no dio el brazo a torcer. Muy lejos de hacer borrón y cuenta nueva, la jugadora optó por mantener la distancia, hablar con él lo mínimo e indispensable y dejar en claro que, luego de esa pelea, no hay vuelta atrás. Alfa se equivocó, perdió a una aliada clave y ahora se refugia en Camila, la única persona que no quiere enviarlo a placa.
A Marcos lo mira Camila, y a Camila la mira Alfa
Como es sabido para quienes siguen este reality, desde hace tiempo existe un triángulo amoroso. Camila y Alfa son muy unidos, y si bien al principio el vínculo parecía del tipo paterno, ese jugador dejó en claro que no es así, y que para el amor la diferencia de edad no es un problema. Con el objetivo de acercarse a Camila, Alfa le habla, le hace el desayuno, la aconseja y le indica cómo debe manejarse para llegar a la final. Ella lo escucha, y aunque la buena onda es recíproca, no le manda ninguna señal de romance porque, claro, Camila está solo interesada en Marcos. Pero “el primo” no está muy al tanto de eso, y si bien también tiene una buena relación con ella, eso no se traduce en un interés amoroso de ningún tipo. Esta situación derivó en que Alfa se ponga celoso y mire a Marcos con cara de pocos amigos. ¿Habrá definición? ¿Camila se quedará con Alfa o con Marcos? Por cómo viene el asunto, todo indica que nadie logrará ni enamorar ni ser enamorado.
Un juego de roles que dio pie a un tenso momento
Durante una charla con los hermanitos, Santiago del Moro les propuso una divertida consigna. La producción les envió varios disfraces para hacer un “juego de roles”. De esa manera, Alfa se convirtió en Pedro Picapiedra, Romina en Gatúbela y Nacho en Harry Potter, entre otros de los trajes que usaron los jugadores. Y aunque hubo muchas risas, el momento se puso algo más tenso cuando el conductor les pidió a todos que dijeran algo bueno y algo malo de sus compañeros. Si bien no aparecieron grandes discusiones, ese diálogo alcanzó para que surgieran algunos pases de factura que no cayeron bien y que dejaron en claro que aún hay muchas diferencias entre todos los hermanitos.
La búsqueda del tesoro (o del chocolate)
Los dulces son muy buscados en la casa. Cuando el presupuesto para la compra semanal es bajo, no suele haber margen para golosinas, y por ese motivo, un caramelo puede convertirse en un inesperado objeto de deseo. Esta semana, la sorpresa fue mayor cuando, luego de abrir un casillero, Walter se encontró un chocolate que había dejado Agustín. Muy democrático, el jugador lo partió en varios pedacitos, y le convidó a todos los hermanitos y hermanitas, que sonrieron gracias a esa pequeña porción de placer en forma de cacao.
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