Gran Hermano: Valentina y Marcos son una dupla infalible, la Tora pierde de la compostura y el balde de agua fría que dejó en silencio a un “invitado”
Cómo transcurrieron los últimos días en la popular casa del reality, que este domingo tendrá una eliminada y la despedida de los familiares que juegan de visitante
- 5 minutos de lectura'
Uno a uno, van siendo eliminados los participantes (y los familiares) de Gran Hermano. Con la etapa de las visitas prácticamente concluida, los jugadores se preparan mentalmente para el tramo decisivo del juego. A continuación, un repaso por los momentos más importantes en la casa del famoso reality en la última semana.
La Tora y el trato con su madre
Gladys fue la familiar eliminada durante el pasado lunes, y su hija Lucila (inicialmente) no se mostró tan angustiada como sí lo estuvieron Julieta o Camila con las partidas de sus respectivas hermanas. Pero eso no sorprendió, principalmente porque adentro del juego, la Tora no tuvo la mejor de las convivencias con su mamá. En varias oportunidades, la jugadora tuvo actitudes muy confrontativas con Gladys, respondiéndole de mala manera o manifestado su hastío ante cada una de sus opiniones. Por su parte, ella optaba por no alimentar la tensión y se limitaba a escuchar a su hija y llamarse al silencio. Esa dinámica no cayó bien, y el público no miró con buenos ojos que Lucila fuera tan poco paciente con su madre (que mientras tanto, era muy querida por Camila y otros integrantes de la casa). La Tora no jugó bien esa carta. La presencia de los familiares, que trajo emoción y alegría para los hermanitos, en su caso, se transformó en raptos de intolerancia. Y quizá por eso no sería de extrañar que reciba, en la gala de eliminación del domingo, una generosa cantidad de votos en contra.
La Tora versus Romina (¿y también Julieta?)
Ellas nunca fueron aliadas incondicionales, y su buena relación se entendía más como fruto del contexto que como una unión genuina. Pero la luna de miel se terminó, y Romina y Lucila comenzaron una guerra silenciosa. En el transcurso de los últimos días, entre ambas hubo momentos de ligera tensión, que dejaron al descubierto una creciente rivalidad. La Tora consideran que Romina actúa como si fuera la dueña del lugar, y que su mirada y sus opiniones tienen cada vez más peso. Por ese motivo, no deja de criticarla cada vez que puede, de manera muy poco disimulada. En una charla con Nacho, Lucila fue tajante al referirse a qué cosas le molestaban, y enumeró: “Romi no dejó cocinar a Valen, no dejó cocinar hoy a Rodo la salsa, Romi le dijo al primo que estaba muy flaquito, que le quedaba mejor más gordito (…). Se cree la jefa y no me gusta. Porque al fin y al cabo le estamos dando el mismo poder que le dábamos a Alfa”.
Por otra parte, la mirada de Julieta también parece ser más severa con respecto a Lucila. Mientras hablaba con Romina, ella analizó la estrategia de esa compañera, y apuntó: “Yo siento que con Lu, en la primera entrada de ella, todo bien, pero cero. Nunca fuimos de jugar juntas. Siento que ella, al volver, se quiso unir a nosotras porque somos las únicas chicas, pero también quería jugar con nosotras”. Es evidente, Romina y Julieta forman un frente muy sólido y resulta improbable que, al menos de momento, se claven una puñalada por la espalda. Pero esa lealtad no existe entre ellas y la Tora. Y si el próximo domingo es Camila la eliminada, es muy probable que haya episodios más tensos entre la Tora, Julieta y Romina.
Marcos y Valentina, un dúo imbatible
Desde que entró al juego, Valentina se ganó el corazón de los televidentes (o de la mayoría, al menos). La hermana de Marcos se muestra muy unida a él, y entre ambos hubo muchas escenas de emoción y ternura. La personalidad de ellos trajo paz y calidez, sentimientos que significaron un cambio de aire luego de días de intensas peleas y agotamiento emocional. Durante su permanencia en la casa, Valentina calmó las aguas, logró establecer una buena relación con prácticamente todos los participantes y protagonizó con Marcos momentos de gran complicidad. Por todo esto, ella se coronó como la ganadora entre los familiares, y eso le significó al primo recibir el liderazgo de la semana. Con ese poder obtenido, Marcos optó por sacar de placa a Romina, a quien le garantizó su permanencia en la casa, al menos durante una semana más.
Rodolfo y un balde de agua fría
Gran Hermano está muy atento a verificar que nadie viole las normas de convivencia ni las reglas del juego. Y una de las infracciones más habituales son las filtraciones del afuera que brindan quienes salieron y volvieron a entrar en la casa, o como en este caso, los familiares que están de visita. Hace pocos meses, los reiterados comentarios que revelaban información del afuera le costaron a Juliana su expulsión, luego de haber ingresado por el repechaje. Y nuevamente, Gran Hermano tiene en la mira a alguien por este motivo.
Esta vez no se trata de un jugador, sino de un familiar: Rodolfo, el papá de Nacho, recibió una llamada de atención. Luego de reunir a todos en el sillón del living, la voz en off le señaló al hombre que había sido testigo de un comentario que atentaba contra las reglas del juego, y que debido a eso le hacía dicha advertencia. También le subrayó que en caso de cometer nuevamente el mismo error, podría “haber sanciones, e incluso expulsión”. Una vez finalizado el mensaje, Rodolfo se quedó paralizado. Él es uno de los familiares que genera más amores en el público y en la casa, pero su sonrisa y su habitual buena energía, se esfumaron ante las severas palabras de Gran Hermano.
LA NACIONTemas
Otras noticias de Gran Hermano
Más leídas de Espectáculos
"Quedé deslumbrado". La historia de amor de Evangelina Anderson y Martín Demichelis: un flechazo, una broma y mil mudanzas
"Situaciones dolorosas". Benjamín Vicuña habló de cómo tomaron sus hijos la separación de Pampita y Roberto García Moritán
"Recibí la llamada". Siete actrices de los años 70 y 80 que marcaron tendencia, impusieron su estilo y despertaron suspiros desde la TV
Los 8 escalones. La historia del geólogo que ganó un departamento gracias al consejo de su abuela de 95 años