Demandan a un músico que se negó a actuar en el renombrado Trump-Kennedy Center
La junta directiva nombrada por el presidente decidió cambiar el nombre del histórico edificio por los “extraordinarios esfuerzos” del mandatario para salvar a ese tesoro nacional
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WASHINGTON.- El presidente del Kennedy Center criticó ferozmente el viernes la repentina decisión de un músico de cancelar una presentación de Nochebuena en el lugar días después de que el presidente Donald Trump decidió agregar su propio nombre al histórico edificio.
“Su decisión de retirarse en el último momento -explícitamente en respuesta al reciente cambio de nombre del Centro, que honra los extraordinarios esfuerzos del presidente Trump por salvar este tesoro nacional- es una típica intolerancia y muy costosa para una institución artística sin fines de lucro”, escribió el presidente del lugar, Richard Grenell -nombrado por Trump en febrero de este año-, en una carta al músico Chuck Redd que fue compartida con la agencia The Associated Press.
Chuck Redd pulled out after they put Trump’s name on the building. So small petty loser Grenell is suing him for $1 million. pic.twitter.com/Bh2fc86Kr3
— Ron Filipkowski (@RonFilipkowski) December 27, 2025
En la carta, Grenell dijo que iniciará una demanda por un millón de dólares en concepto de daños y perjuicios “por esta maniobra política”.
Baterista y vibráfono, Redd ha presidido los “Jazz Jams” navideños en el Kennedy Center desde 2006, sucediendo al bajista William “Keter” Betts. En un correo electrónico enviado el miércoles a The Associated Press, Redd declaró que se retiró del concierto tras el cambio de nombre.
“Cuando vi el cambio de nombre en la página web del Centro Kennedy y horas después en el edificio, decidí cancelar nuestro concierto”, dijo Redd. Añadió el miércoles que el evento se ha convertido en una tradición navideña muy popular y que a menudo contaba con la participación de al menos un estudiante de música.
“Una de las muchas razones por las que fue muy triste tener que cancelar”, dijo a la AP.
El presidente John F. Kennedy fue asesinado en 1963, y el Congreso aprobó una ley al año siguiente en la que nombró el centro como un monumento viviente en su honor.
Grenell es un aliado de Trump, a quien el presidente eligió para dirigir el Centro Kennedy tras expulsar a la dirección anterior. La actual junta directiva, seleccionada por Trump, aprobó el cambio de nombre, que, según académicos, viola la ley.
De hecho, la sobrina de Kennedy, Kerry Kennedy, ha prometido eliminar el nombre de Trump del edificio, y el exhistoriador de la Cámara de Representantes, Ray Smock, se encuentra entre quienes afirman que cualquier cambio debería ser aprobado por el Congreso.
Desde 1964, la ley prohíbe explícitamente al consejo directivo convertir el centro en un monumento conmemorativo a cualquier otra persona y colocar el nombre de otra persona en el exterior del edificio. La norma establece, textualmente, que está prohibido “designar o instalar monumentos o placas conmemorativas adicionales en las áreas públicas del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas”.
La Junta Directiva designada por Trump votó la semana pasada cambiar el nombre del principal centro de artes escénicas de Washington a Donald Trump-Kennedy Center, dijo la Casa Blanca, en una decisión que enfureció a los demócratas, quienes dijeron que la junta había excedido su autoridad legal.
El Congreso bautizó el centro en honor al presidente John F. Kennedy en 1964, tras su asesinato. Donald A. Ritchie, historiador del Senado entre 2009 y 2015, afirmó que, dado que el Congreso había nombrado primero el centro, le correspondería a este modificar la ley.
Ritchie dijo que si bien Trump y otros pueden referirse “informalmente” al centro con un nombre diferente, no pueden hacerlo de una manera “que sea (legalmente) válida”.
Pero la junta no esperó a que se desarrollara ese debate y cambió de inmediato la marca en su sitio web para reflejar el nuevo nombre.
Contra la cultura “woke”
Desde que regresó al cargo en enero, Trump ha hecho del centro una piedra de toque en un ataque más amplio contra lo que ha criticado como cultura antiamericana “woke”.
Antes del cambio de nombre, la reforma del centro impulsada por Trump ya generaba preocupación por la pérdida de ingresos, ya que tanto artistas como público se han mudado a otros espacios en señal de protesta.
Artistas como Issa Rae, Renée Fleming, Shonda Rhimes y Ben Folds renunciaron a sus puestos de liderazgo o cancelaron eventos en el espacio. Y Jeffrey Seller, productor del exitoso musical “Hamilton”, canceló la presentación prevista del espectáculo a principios de este año.
Esta temporada navideña, la baja venta de entradas también afectó a “El Cascanueces”, históricamente uno de los eventos más populares del centro.
Fueron vendidas aproximadamente 10.000 localidades para la producción de este año que tenía previstas siete funciones, en comparación con las aproximadamente 15.000 localidades vendidas en cada una de las funciones entre 2021 y 2024.
El Kennedy Center entregó aproximadamente cinco veces más entradas gratuitas para las funciones de este año que en los últimos cuatro anteriores, según mostraron los datos. Y el espectáculo de este año ha quedado alrededor de US$ 500.000 por debajo de su objetivo presupuestado de ingresos de US$ 1,5 millones.
Agencias AP y AFP
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