Adiós aire acondicionado: el “modo cueva”, la forma fácil de enfriar la casa
Frente a las altas temperaturas del verano y el aumento en las tarifas de luz, hay un ingenioso método casero que mantiene frescos los ambientes de forma económica
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Frente a la feroz llegada del verano y marcado ascenso de las temperaturas, millones de personas en Argentina buscan alternativas eficaces para mantener sus hogares frescos sin recurrir al uso excesivo del aire acondicionado o del ventilador. Esta búsqueda responde directamente a la necesidad de evitar los considerables aumentos en las facturas de la luz que se esperan para enero. En este contexto, la inventiva de los usuarios en redes sociales dio lugar a un truco casero que promete refrescar los ambientes y generar un ahorro económico sustancial.
El “modo cueva”: cómo funciona
Entre las diversas opciones económicas que circulan en las plataformas digitales, como la colocación de botellas congeladas cerca de ventiladores o el uso de broches de ropa en cortinas para mitigar corrientes de aire caliente, surgió un método particularmente sencillo y efectivo. Esta técnica se conoce como “modo cueva” y es infalible para combatir el calor en el hogar.

En qué consiste el “modo cueva”
Al aplicar el “modo cueva” se puede lograr un notable ahorro energético y una reducción de la sensación térmica. El principio fundamental radica en la gestión estratégica de las aberturas del hogar durante el transcurso del día. El truco casero implica cerrar todas las ventanas y bajar las persianas desde la primera hora de la mañana. El objetivo primordial de esta acción temprana es evitar que los cristales reflejen las altas temperaturas y que el calor exterior ingrese al interior de la vivienda. Al mantener el espacio en una relativa oscuridad, se crea un ambiente similar a una cueva, donde la temperatura se mantiene más estable y fresca.
La aplicación de este método es crucial durante las horas más críticas de la jornada, es decir, desde el comienzo del día hasta media tarde. Durante este lapso, es fundamental mantener las ventanas y persianas cerradas para minimizar la entrada de calor. La premisa es sencilla: si el sol no incide directamente en los cristales y no se permite la circulación de aire caliente del exterior, la acumulación de temperatura dentro de la casa se reduce drásticamente.
Al finalizar esta franja horaria crítica, generalmente durante las últimas horas de la tarde, se aconseja abrir las ventanas y persianas. Esto permite una ventilación adecuada y la renovación del aire interior, aprovechando las temperaturas más suaves del atardecer.

La promesa de este “modo cueva” no solo reside en su capacidad para mantener el confort térmico dentro del hogar, sino también en su potencial para aliviar el bolsillo de los consumidores. Al reducir la necesidad de recurrir constantemente a sistemas de aire acondicionado, cuya operación implica un alto consumo eléctrico, y al ventilador, los usuarios pueden ver una disminución significativa en sus facturas de luz.
Este ingenio popular, surgido en las redes sociales, representa una respuesta directa a una problemática económica y ambiental cada vez más apremiante, ofreciendo un camino alternativo hacia un verano más fresco y sustentable en el hogar. La sencillez de sus pasos específicos lo convierte en una opción accesible para la mayoría. Obviamente, se recomienda aplicar esta técnica cuando el dueño de la casa no esté durante el día en el hogar o bien que pueda realizar sus tareas domésticas con una luz tenue.
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