Este ingrediente versátil puede ayudar a aliviar diversos síntomas, especialmente las náuseas y los dolores estomacales
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El jengibre le da un toque picante a los curris y a las galletas navideñas. Además, es un remedio botánico con diversos beneficios para la salud.
No es una panacea, afirma Megan Crichton, investigadora y dietista de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), quien ha estudiado el jengibre. Sin embargo, puede ser útil para tratar ciertos síntomas, especialmente las náuseas y el dolor, añade.
A continuación ofrecemos una mirada más de cerca, junto con recetas de New York Times Cooking.
Puede aliviar las náuseas
El jengibre se ha utilizado durante milenios para tratar diversos problemas: resfriados, dolores de cabeza, problemas estomacales, dolor articular, dolor muscular y fatiga. Es especialmente popular en la medicina ayurvédica y tradicional china como especia que calienta y estimula la digestión, mejora la circulación y contribuye a la vitalidad general. Algunos de estos remedios se han estudiado en laboratorios con distintos grados de eficacia.
Uno de los usos del jengibre con mayor respaldo científico es el tratamiento de las náuseas, según la Dra. Kalgi Modi, cardióloga intervencionista de la Universidad Estatal de Luisiana, quien ofrece orientación sobre el uso del jengibre con fines terapéuticos. El jengibre contiene más de 400 compuestos químicos, pero su efecto antináuseas se debe principalmente a dos de ellos —el gingerol y el shogaol—, que le dan a la planta su sabor picante. Este dúo parece bloquear ciertos mensajeros químicos en el intestino y el cerebro que provocan náuseas y vómitos, y mejora la digestión al acelerar la velocidad a la que los alimentos salen del estómago.

Los estudios se han centrado principalmente en las náuseas y los vómitos relacionados con el embarazo y la quimioterapia. Las investigaciones sugieren que el jengibre puede reducir significativamente la intensidad de las náuseas en ambos casos y, en el segundo, la frecuencia de los vómitos.
La mayoría de los estudios utilizan suplementos de jengibre (cápsulas, tabletas, polvos o extractos) porque la dosis y las concentraciones de sus compuestos activos son más consistentes en comparación con el jengibre fresco. Sin embargo, los expertos afirman que es posible que todas las presentaciones sean beneficiosas.
El Dr. Zhaoping Li, jefe de la división de nutrición clínica de UCLA Health, recomienda beber té de jengibre, probar suplementos o chupar caramelos de jengibre si se tiene problema con retener líquidos.
Puede aliviar el dolor
Las investigaciones sugieren que el jengibre puede ayudar a reducir la inflamación que causa el dolor, afirma la Dra. Crichton. Los primeros datos muestran que el jengibre podría ser especialmente eficaz para quienes sufren de dolor de rodilla causado por osteoartritis y dolor menstrual.
Si se tiene dolor de cabeza o cólicos menstruales, se podría probar con beber jugo de jengibre fresco mezclado con agua y un poco de miel, o remojar rodajas de jengibre en el té, sugiere la Dra. Modi. Sin embargo, enfatiza que el jengibre debe usarse como complemento, no como sustituto del tratamiento médico.
También mejora la salud general
Además de aliviar dolores y malestar estomacal, el jengibre puede beneficiar de otras maneras.
Modi considera el jengibre una “raíz medicinal” por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que ayudan a mantener las células sanas y refuerzan el sistema inmunitario. La evidencia también sugiere que el jengibre puede mejorar el control del azúcar en sangre y mantener la presión arterial bajo control, revela Crichton.
Debido a su consumo relativamente bajo, el jengibre no es una fuente destacada de vitaminas ni minerales. Sin embargo, sí contiene cantidades moderadas de magnesio, potasio y vitaminas C y B6.
¿Cuál es la forma más saludable de comerlo?
Ninguna forma es la mejor. El jengibre molido es fácil de usar y el jengibre fresco aporta otros nutrientes valiosos, como la fibra. Para una buena salud general, los expertos recomiendan consumir aproximadamente una cucharadita de jengibre molido o un trozo de jengibre fresco de 2,5 cm al día.
Pero no hay que excederse, advierte Crichton; consumir más de eso podría causar efectos secundarios leves pero incómodos, como acidez estomacal, reflujo e indigestión. Y si se toman medicamentos o se tiene problemas de salud, lo ideal es consultar con un profesional de la salud antes de usar suplementos de jengibre.
El jengibre tiene ese sabor refrescante, intenso, picante y dulce que puede realzar muchas recetas e incluso reducir la necesidad de sal y azúcar adicionales, destaca Modi. En ese sentido, a continuación se presentan algunas recetas de NYT Cooking para probar.
1. Sopa picante de zanahoria y jengibre
Rodajas de jengibre fresco se cuecen a fuego lento con zanahorias en esta sopa sedosa. El jengibre rallado, mezclado con la crema agria, le da un toque especial.

2. Salmón con cúrcuma y jengibre
La cúrcuma y el jengibre rallado son una marinada sencilla para el salmón al horno. Sus sabores, inspirados en el plato norvietnamita cha ca la vong, quedan deliciosos con cualquier pescado.
3. Pollo con jengibre, cebolla y arroz
La cáscara de jengibre y los recortes de cebolla aportan calidez y una salsa sabrosa para el pollo y el arroz.
4. Tónico de cítricos y hierbas
El jengibre, el orégano fresco y el limón le dan a esta bebida caliente su aroma celestial.
5. Porotos negros veganos con coco y jengibre
El jengibre y la lima equilibran la riqueza de la leche de coco en este guiso, que se inspira en platos de porotos africanos y caribeños.
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