
Encontrá las guías de servicio con tips de los expertos sobre cómo actuar frente a problemas cotidianos: Adicciones, violencia, abuso, tecnología, depresión, suicidio, apuestas online, bullying, transtornos de la conducta alimentaria y más.

Comer bien trasciende hoy una mera cuestión estética y cada vez existe un mayor consenso en torno a la importancia de llevar una alimentación saludable. Está demostrado: además de propiciar la aparición de sobrepeso, hipertensión arterial, entre otras enfermedades, una dieta desequilibrada no sólo genera repercusiones a nivel físico, sino que también puede producir carencias específicas de vitaminas o minerales que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgano, irritabilidad, nerviosismo, cansancio y falta de atención.
Pero ¿qué entienden los argentinos por alimentación saludable? ¿Cuáles son los alimentos que consideran que forman parte de esta categoría? ¿Qué eligen a la hora de comer en los diferentes momentos del día? Para despejar estos interrogantes, una serie de estudios realizados entre 2017 y 2018 por Kantar TNS Gallup, Ejes de Comunicación y un panel de consumidores de Grupo Arcor investigó los hábitos de consumo de nuestro país.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el concepto de salud como el estado de bienestar físico, psíquico y emocional, el 39% de los argentinos asocia la salud a la ausencia de enfermedades y sólo el 5% considera que para adoptar hábitos de vida saludables es necesario tener una alimentación balanceada y realizar alguna actividad deportiva. ¿Qué debería incluir esa dieta balanceada? Todos los consumidores encuestados sostuvieron que una dieta equilibrada tiene que contener frutas y verduras y 9 de cada 10 indicaron que las carnes, el pollo y el pescado, las legumbres, los cereales y los lácteos. Además, el 76% consideró que podía sumar una golosina y/o un chocolate una vez por día.

Y las elecciones de alimentos se orientan de acuerdo a esos parámetros. Así, de la encuesta realizada se desprende que los hábitos y costumbres al momento de comer son variados, que 9 de cada 10 consumidores realiza las cuatro comidas diarias y más de la mitad consume colaciones. Mientras que el desayuno es prominentemente más casero, el 32% de los consumidores merienda fuera del hogar y, en este ámbito, las colaciones posteriores a la merienda (entre la cena y antes de acostarse) son las de menor peso.
El acto de comer es un vector para obtener nutrientes, calorías, placer, identidad y socializar. Alimentarse es nutrirse, gratificarse y vincularse. Nutrirse, por la propiedad de nutrientes que necesita el organismo; gratificarse por el placer de consumir algo rico; y vincularse porque es momento de socializar con otro. ¿Son saludables entonces los alimentos que eligen los argentinos? Los expertos responden.

Los especialistas están de acuerdo en señalar que no hay alimentos perfectos -ni mucho menos imperfectos- y que una buena guía para asegurar una ingesta saludable es hacer cada vez más compras en la verdulería y priorizar los alimentos naturales por encima de los envasados.
La información que figura en las etiquetas de los productos también es otro indicador que puede ayudar a elegir adecuadamente. "Muchos creen que mirar las calorías que tiene un producto es lo más importante, pero la verdad es que las calorías sólo nos indican la cantidad de energía que un alimento aporta pero no detalla la calidad de esa energía. No sólo hay que considerar cuántas calorías aporta un determinado alimento sino que es clave tener en cuenta su densidad nutricional, es decir, los nutrientes que estamos incorporando con su consumo", explica la nutricionista y dietista Andrea Purita. ¿Qué mirar al leer una etiqueta? Desde luego, la fecha de caducidad, la forma de conservación y el tamaño de la porción. Pero además, es fundamental la información sobre los principios nutritivos: la cantidad de grasas que contiene el alimento, si estas grasas son saludables o no; la calidad y la cantidad de hidratos de carbono; los aportes de fibras alimentarias; la cantidad de proteínas ; la cantidad de sodio y cuántas vitaminas y minerales aportan.
Educar también forma parte en la incorporación de hábitos saludables. Los hábitos que se aprenden en la infancia, se mantienen para toda la vida. El sabor dulce es el primer sabor reconocido por los más pequeños. Esta atracción va disminuyendo gradualmente a lo largo de la infancia y es entonces cuando la educación alimentaria es clave. En ellos especialmente el desayuno es la comida más importante del día. Es necesario para recargar el cuerpo y la mente de energía luego de una noche de descanso - algunos pueden haber pasado hasta 12 horas sin comer-."Desayuno literalmente indica que es la comida que nos saca del ayuno. Mientras dormimos, nuestro metabolismo trabaja más lentamente. Para ponerse en marcha al comenzar el día, el cuerpo necesita activar los músculos y el cerebro con un combustible que es el desayuno. Desayunar es bueno porque ayuda a los niños a tener un mejor rendimiento intelectual y físico, hace que lleguemos con menos hambre a la siguiente comida y ayuda a cubrir los requerimientos nutricionales del día", concluye Martina Murmis, Martina es Licenciada en Nutrición (MN 7453) de Nestlé.
Completá la tabla y mirá si es suficiente o no la cantidad de nutrientes que consumís.

Los humanos necesitamos más de 60 nutrientes provenientes de los alimentos. El "Food Variety Score" indica que 30 nutrientes por semana o 12 por día es un parámetro excelente; 20 por semana es óptimo, 15 por semana es marginal y 10 por semana es inadecuado.



