Empezó la pelea por la ONU: cómo es el proceso, quiénes son los candidatos y la oportunidad única de América Latina
El organismo multilateral más importante del mundo busca un reemplazante para el portugués Antonio Guterres, en una selección que busca ser transparente e histórica
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Con el reciente inicio formal del proceso de selección para el próximo secretario general de las Naciones Unidas y las altas expectativas de que el cargo recaiga en América Latina, empiezan a surgir los nombres fuertes de las candidaturas y las dudas sobre el camino que queda por delante.
El reemplazante del portugués António Guterres, quien culmina su segundo mandato, bien podría comportar una novedad histórica, a medida que la organización “alienta a los Estados Miembros a considerar firmemente la posibilidad de nominar a mujeres como candidatas”, en un proceso que busca ser el más transparente e institucional desde que existe el cargo.
A continuación, una mirada a un proceso que aún mantiene un amplio margen de discrecionalidad y un repaso por los principales candidatos, entre ellos, un argentino.
El proceso
Desde su fundación, las Naciones Unidas han tenido nueve secretarios generales, pero su proceso de selección nunca estuvo tan claro y definido como ahora.
El primer Secretario General, Trygve Lie, fue nombrado en una resolución sin número el 1 de febrero de 1946, después de una discusión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad en la que la Asamblea General no tuvo ninguna participación.
Guterres, en cambio, fue en 2016 el primero que atravesó un sistema de nombramiento renovado a partir de una resolución que buscaba aportar mayor transparencia.
Entre otros requerimientos, se imponía por primera vez el procedimiento formal de la publicación de una carta conjunta de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad para iniciar el proceso de selección, así como la posterior circulación de los nombres de los candidatos.
De igual modo, el proceso actual iniciado por la carta del 25 de noviembre, también busca continuar profundizando la apertura y publicidad del proceso de selección del máximo representante del organismo internacional.

Para ello, por ejemplo, la resolución de 2025 sobre la “Revitalización del trabajo de la Asamblea General” (79/327), establece que “cada candidato deberá revelar sus fuentes de financiamiento al momento de la nominación”.
Además, dice que quienes “ocupen cargos dentro del sistema de las Naciones Unidas deberían considerar suspender su trabajo en el sistema de la ONU durante la campaña, con miras a evitar cualquier conflicto de intereses que pudiera surgir de sus funciones y de las ventajas asociadas a ellas.”
Al mismo tiempo, debido a ciertas polémicas durante la elección de Guterres, esta vez la ONU fue muy explícita al indicar que “cada Estado Miembro puede nominar solo a un candidato, ya sea de manera individual o conjuntamente con otros Estados Miembros”.
Si bien sigue sin establecerse un calendario con fechas definidas, el proceso actual prevé que el nombramiento suceda “durante el último trimestre del año previo a asumir el cargo”, en este caso los últimos meses de 2026, con la aclaración de tener en cuenta “la necesidad de permitir que el secretario general designado tenga suficiente tiempo para prepararse para su mandato.”
Por otra parte, los pasos del proceso están muy claros. Al igual que en 2016, el organismo publicó una carta para iniciar el proceso y empezó a circular las postulaciones oficiales, junto con los respectivos documentos justificativos que deben enviar los candidatos. Toda esta información será publicada en una página web del organismo.
A continuación, la ONU invitará a los candidatos a presentar “una declaración sobre su visión de futuro” y a que participen en un diálogo abierto con los Estados miembros en la Asamblea General.

Esto marcará el fin de la primera etapa pública del proceso, ya que a partir de ahí siguen las deliberaciones hacia adentro del Consejo de Seguridad.
Una vez finalizada la discusión interna, el Consejo debe proponer un candidato a la Asamblea General, la que, por otra parte, nunca ha rechazado una de sus sugerencias para el cargo. Se anticipa que la propuesta del Consejo podría llegar a mediados de 2026.

Llegado este punto, sólo resta el nombramiento oficial por parte de la Asamblea, que se espera ocurra entre octubre y diciembre del año próximo. La duración del mandato del Secretario General será aclarado en las resoluciones tanto de la Asamblea como del Consejo relativas a la selección final.
Aunque no es una regla, los secretarios generales suelen contar con mandatos de cinco años, una convención que solo se ha roto una vez en la historia de la ONU.
Decisión secreta
Hasta aquí, el proceso no deja dudas. Lo que resulta opaco, y donde se ubica la decisión de fondo, es en el proceso de selección dentro del propio Consejo de Seguridad.
Este órgano de las Naciones Unidas cuenta con 15 miembros, de los cuales solo cinco son permanentes y cuentan con capacidad de veto. Los diez países restantes, que se eligen para cumplir un mandato rotativo, no tienen las mismas potestades que los miembros permanentes, lo que no significa, sin embargo, que no tengan su peso.

“En el proceso de selección es indudable que los miembros permanentes o P5 son los que deciden, ya que son los únicos que tienen el uso del veto. Pero hay que recordar que si los miembros no permanentes se unen pueden influir en la elección”, explicó a LA NACION Martín García Moritán, exrepresentante permanente de la Argentina ante las Naciones Unidas y actual director de Organismos Internacionales en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
“En la votación formal de recomendación del candidato, los miembros no permanentes votan en igualdad de condiciones con los P5, necesitan formar parte de los 9 votos afirmativos requeridos para recomendar a un candidato. Y pueden bloquear consensos tempranos, retrasar la selección o presionar por candidatos alternativos. Aunque no tienen veto, sí pueden influir en quién logra los 9 votos necesarios”, explicó el diplomático.
Actualmente, además de los cinco miembros permanentes -China, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia- el Consejo está conformado por Argelia, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guayana, Pakistán, Panamá, República de Corea, Sierra Leona y Somalia.
“Si varios miembros no permanentes muestran resistencia a un candidato, ese nombre puede caer incluso antes de llegar a un eventual veto de un P5”, dijo García Moritán.
Los candidatos
Por el momento, tres son los nombres que circulan como principales candidatos al cargo.
Durante su discurso ante la Asamblea General celebrada en septiembre de este año, el presidente chileno, Gabriel Boric, ya anticipó que su país presentará a la expresidenta Michelle Bachelet como candidata.
Además de haber sido mandataria de su país en dos oportunidades, Bachelet se ha desempeñado como directora ejecutiva de ONU Mujeres (2010–2013), la entidad del organismo para promover la igualdad de género, y posteriormente como Alta Comisionada de Derechos Humanos del organismo multilateral (2018–2022).
Otro país que anticipó su postulación es Costa Rica, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Arnoldo André Tinoco, aseguró en octubre que presentaría a la exvicepresidenta Rebeca Grynspan para ocupar la Secretaría General.
Grynspan es actualmente jefa de la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), además de haber sido viceministra de Hacienda, titular de las carteras de Vivienda y de Asuntos Económicos, y la número dos del gobierno de Costa Rica entre 1994 y 1998 durante la presidencia del centrista José María Figueres.
Por último, el argentino al mando del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) –agencia que depende de la ONU– , Rafael Grossi, también había anunciado su candidatura, siendo actualmente la única que ya fue oficialmente presentada.
Un día después del inicio del proceso de selección, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Pablo Quirno, comunicó la presentación de la candidatura de Grossi a través de un mensaje publicado en X.
A partir de entonces, la cancillería argentina se puso en campaña para a conseguir los votos necesarios para que Grossi se haga con el cargo. De hecho, según informó LA NACION, el Gobierno ya inició diálogos con los miembros del Consejo de Seguridad. Para tal fin, el Palacio San Martín creó Unidad especial de Coordinación en el que trabajarán tanto miembros de la Cancillería como del propio equipo del candidato.
Es un honor y un privilegio presentar hoy la candidatura de Rafael Grossi (@rafaelmgrossi) al cargo de Secretario General de las Naciones Unidas.
— Pablo Quirno (@pabloquirno) November 26, 2025
Rafael Grossi es reconocido internacionalmente por la extraordinaria tarea que viene desempeñando como Director General del…
Al mismo tiempo, al Gobierno le consta que el Reino Unido “no tiene ninguna línea roja con Grossi” y anticipa que Pekín cumplirá un rol “indispensable” en el proceso de selección, dado el diálogo del candidato con el presidente chino, Xi Jinping.
Por otro lado, Alemania, Japón e India también parecen apostar por el argentino, quien además mantiene buenas relaciones con varios países árabes, según señalaron fuentes oficiales.
En cuanto a la tensa relación con Irán –que acusa al argentino de provocar la “guerra de los 12 días” con Israel y Estados Unidos– , el Gobierno confía en que seguirá la postura adoptada por el presidente ruso, Vladimir Putin, a quien Grossi conoce bien después de su intervención en la guerra en Ucrania para asegurar la inspección de una central nuclear tomada por el Kremlin.

Hace seis años que Grossi es el jefe de la OIEA, cargo que tomó después de haber sido embajador argentino en Austria. Tras conocerse su candidatura, el diplomático de carrera se mostró muy crítico del actual funcionamiento de las Naciones Unidas y prometió revitalizar el organismo en caso de ser electo, además de agradecer a los países que lo apoyan.
En un evento organizado esta semana en Buenos Aires por el CARI, el argentino -que también será acompañado de mínima por Italia y Paraguay- insistió en la necesidad de una revisión de la ONU “sin hipocresía, reconociendo los defectos de aquello que queremos cambiar” y de un secretario general que “vaya donde existe el problema”.
“En 2026 vamos a jugar dos mundiales, y yo creo que vamos a ganar los dos”, concluyó Grossi, mostrándose confiado frente funcionarios del Gobierno, como la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, el secretario de Turismo, Daniel Scioli, y el propio Quirno, así como embajadores varios miembros destacados de la sociedad civil.
Si bien todavía hay mucho tiempo para que surjan nuevas postulaciones, “hasta el momento no imagino otros candidatos que los que circulan en los medios en la actualidad”, dijo García Moritán.
Las miras en América Latina
La preeminencia del continente latinoamericano no es casual. Responde a otro mecanismo informal de la ONU, en este caso sobre la rotación regional con la que opera el proceso de selección del Secretario General, para el que se espera que haya una alternancia en el origen de los mandatarios.
“Como hasta el presente la única región que tuvo un solo Secretario General fue América Latina, mientras que Europa tuvo cuatro, y África y Asia dos, es lógico que se especule que los candidatos sean latinoamericanos”, agregó el exrepresentante argentino.
Ahora bien, si tenemos en cuenta el fuerte llamado de la organización a la postulación de candidatas mujeres, es posible que la Argentina tenga que seguir esperando para que un compatriota acceda al máximo cargo administrativo y diplomático de las Naciones Unidas.
“Un punto importante de debate será si los países se unen en torno a la oportunidad de elegir a la primera mujer Secretaria General de la ONU”, opinó el Jefe de Asuntos de la ONU del International Crisis Group (ICG), Daniel Forti, en diálogo con LA NACION.

“Muchos Estados y organizaciones de la sociedad civil hicieron campaña por este objetivo en 2015. Estas demandas se han vuelto más fuertes en la última década, y hacia fines de 2024 el sentido común sugería que solo las candidatas mujeres tendrían posibilidades. Sin embargo, la resistencia de la administración [del presidente norteamericano Donald] Trump a la igualdad de género ha trastocado gran parte de ese razonamiento. Ahora, es igualmente probable que un candidato hombre resulte vencedor”, agregó el experto.
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