Con el objetivo de lograr que cada rincón del jardín aportara lo mejor de sí para disfrutar durante todo el año, se diseñó un sector de pileta, el solarium y un acceso a la zona del fogonero.
La premisa de este proyecto fue lograr que cada rincón se viviera al máximo, con usos específicos.
Para eso, el estudio Stewart- Murray, a cargo del paisajismo, y el arquitecto Ricardo Pereyra iraola, plantearon el sector pileta y solárium cerca de la galería y un acceso lateral que condujera a la zona del fogonero.
Desde allí se puede disfrutar del sonido de la caída del agua, ya que se aprovecharon los desniveles generados por el diseño de la pileta realizado por Carlos Sturla.
Las plantas se eligieron en base a la orientación, necesidades similares de riego y además se buscó mucho color en las flores.
Para componer los canteros dispusieron perovskias, verbenas lilas, stipas, salvias (S. microphylla, S. uliginosa, S. greggii) y Plectranthus neochilus como base.
El resultado, desde la casa, es una visual del agua de la pileta que se expande, como resultado del desborde infinito, y se funde con el agua de la laguna.
Un paisaje refrescante que invita a pasar el verano al aire libre.