Los grandes escándalos de los famosos en 2025: separaciones, reproches, acusaciones y guerras familiares impensadas
Este año que se va, muchos de los conflictos más comentados protagonizados por figuras del espectáculo terminaron en la Justicia
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Durante décadas, los escándalos de los famosos más impactantes tuvieron como escenario a la pantalla chica, en realities y programas de chimentos. Pero este año, esa tendencia pareció haber quedado atrás: las peleas, discusiones, y acusaciones más fuertes protagonizadas por famosos nacieron en distintos ámbitos, pero en la mayoría de los casos terminaron escalando hasta dirimirse en la Justicia.
El hombre indicado que terminó detenido

“Cuando creés que no podés sola, llega la persona indicada a darte una mano”, había posteado Jésica Cirio al momento de blanquear su relación con el empresario Elías Piccirillo. Atrás parecía haber quedado su frustrado y escandaloso matrimonio con Martín Insaurralde. Y tan fuerte fue el flechazo, que meses después pasaron por el registro civil para formalizar su relación. Pero cuando todo indicaba que la modelo había encontrado nuevamente la paz y la estabilidad, un nuevo cimbronazo sacudió su vida.
En febrero, ocho meses después de dar el “sí, quiero”, ella tomó la decisión de distanciarse de su marido, que días después fue acusado de deudas y estafas, y resultó detenido.
A principios de julio, la exconductora de La Peña de Morfi rompió el silencio en Desayuno Americano y anunció que se retiraba de los medios para tratar de encontrar algo de sosiego. “Me hace muy mal, esto que viví hizo que quizás el estar expuesta no colabore con mi salud mental. Es la decisión más sana que tomé hasta el momento”, señaló tajante.
Se acabó la paz

Parecían ser el ejemplo de la civilidad. Luciano Castro y Sabrina Rojas, separados en 2021, se mostraban públicamente compartiendo situaciones familiares con quienes entonces eran sus nuevas parejas, Flor Vigna y el Tucu López. Todo parecía indicar que no había conflictos y que para ambos eran prioritarios la paz y la tranquilidad de sus hijos Fausto y Esperanza. Pero en julio de este año, las grietas se hicieron evidentes.
Todo comenzó cuando el actor decidió blanquear su noviazgo con Griselda Siciliani. En ese momento, Rojas no ocultó su malestar y reveló públicamente que la protagonista de Envidiosa, que ya había tenido un fugaz romance con Castro décadas atrás, seguía en contacto con él mientras estaban juntos. “Yo estaba embarazada y ella no paraba de mandar mensajes”, aseguró. Siciliani y Castro decidieron no responderle, pero en julio, Rojas estalló una vez más en las redes: mientras mostraba por dentro la celebración del cumpleaños número 12 de Esperanza, le tiró varias indirectas a su ex, que no se encontraba presente.

“Nosotros siempre juntos, con mil aventuras y cosas vividas semana tras semana de nuestras vidas, porque no hay nada más lindo que compartir con ustedes”, comenzó expresando, junto a una foto donde se la ve abrazada a sus dos hijos. “Me hace feliz hacer y estar, jamás podría perderme un momento tan lindo. Porque trabajando aún hubiera corrido solo para soplar las velas. Ni loca me lo perdía. Las personas eligen, yo los elijo para siempre”, remató en clara referencia al actor que por ese entonces estaba haciendo función en Calle Corrientes.

Ese mismo día, Castro compartió en su cuenta de Instagram una imagen que evidenciaba el porqué de su ausencia: “Se va la última. Gracias por acompañarnos”, escribió el protagonista de Caer, la obra que lo tuvo como protagonista en el Teatro San Martín. Minutos después, el actor subió otro posteo besando a Siciliani, en un ascensor, junto a la leyenda: “Te amo”.
Con intermitencias, el ida y vuelta continuó durante todo el año. Y, en la última entrega de los Martín Fierro de Cine y Series, todos esperaban en encuentro de los tres: Rojas conducía el segmento de la alfombra roja y Siciliani estaba nominada como mejor actriz. Pero, a pesar de que Castro acompañó a su novia, los dos decidieron llegar directamente para presenciar la ceremonia, por lo que ese encuentro público finalmente no se dio.
Problemas en LaFlia y en la familia, también

Después de mantenerse durante dos años alejado de la pantalla chica, Marcelo Tinelli hizo su desembarco en el streaming con el programa Estamos de paso, en Carnaval. Su idea, seguramente, era no perder presencia en medio de su complicada situación financiera y la de su productora, LaFlia, después de que surgieran las acusaciones de varios famosos de que aún se les adeudaban sueldos de 2024.
Sin embargo, la fiesta duró poco: a principios de noviembre, su hija menor, Juanita, informó en sus redes sociales que había recurrido a la Justicia después de haber recibido amenazas y expresó que no compartía las decisiones que su padre viene tomando desde hace algún tiempo. “Recibí en mi teléfono celular una llamada desde un número oculto. Al atender, una voz masculina me preguntó: ’¿Vos sos Juana Tinelli?’. A lo que respondí: ‘Sí ¿quién habla?’. El hombre me contestó: ‘Soy Gustavo Scaglione. Tu papá me conoce muy bien. Vos y toda tu familia se tienen que cuidar mucho. Mucho’. Acto seguido, cortó la comunicación", relató la hija del conductor. Y continuó: “Debido al estado de nerviosismo que me provocó esa amenaza telefónica, borré el registro de la llamada”.

“Ignoro quién es la persona que efectivamente realizó la llamada, aunque el nombre involucrado no me resulta ajeno, por ser de público conocimiento que mantiene un conflicto económico con mi padre, Marcelo Tinelli, del que soy completamente ajena”, indicó Juana en su descargo.
Por supuesto que el empresario rosarino aludido, que además es el flamante dueño de Telefe, salió a dar su versión una vez que la denuncia se hizo pública. “De ninguna manera amenacé a Juanita Tinelli, voy a accionar legalmente porque me están difamando“, aseguró en diálogo con Marina Calabró. “Ya le pasé todo a mis abogados para que se ocupen de esta falsa denuncia. Ahora voy a ejecutarle todo”, agregó, en referencia a la deuda que el conductor mantendría con él por más de 10 millones de dólares.

Pero más allá de la voz de los involucrados, con el correr de las horas se fueron sumando otros testimonios que dieron cuenta del verdadero clima en el que vive el clan Tinelli cuando las cámaras se apagan. En principio, Paula Robles, madre de Juanita, salió a respaldarla a través de una serie de posteos. En una historia temporal de Instagram, la bailarina y actriz compartió una imagen seguida de una sugestiva frase de Oscar Wilde con la que avaló los dichos de su hija y, a su vez, pareció apuntar contra Tinelli: “El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como uno quiere”. Juana acusó recibo y reposteó la publicación, junto a un texto agregado: “El egoísmo enferma”.

Horas más tarde, Robles volvió a la carga con otra cita literaria, esta vez de Alejandro Jorodowsky, con el fin de destacar la idea del egoísmo por parte del padre de sus dos hijos, Juana y Francisco: “Huye del egoísta. Cuando la mente tiene hambre de ser única, se come a cualquiera”.
Candelaria Tinelli, la segunda hija del conductor y Soledad Aquino, a su vez, también sorprendió revelando otra interna dentro de la familia. “No sé qué pasó. No tengo relación con ella. Nunca tuve relación, la verdad", respondió la cantante a una periodista, al ser consultada sobre su hermana Juana.

Pero si los mensajes de Robles y Candelaria llamaron la atención, todavía faltaba escuchar la voz de Aquino. La primera esposa del conductor, que este año se incorporó a Los Tinelli, el reality que intenta brindar un pantallazo de la vida cotidiana del clan, recurrió primero a sus redes sociales, y lo hizo con vehemencia: “Después de tantas muertes físicas y de dolores al alma totalmente injustos, suplico a la gente de los medios de chusmerío no pidan explicaciones con este tema de Juana, que no es nada mío. No tengo la más mínima idea. La mamá no es digna de mi afecto y cariño. Solo me importan mis hijas y rescatarlas de esto que me parece de terror”, escribió la mujer. Curiosamente, a pesar de su pedido, terminó paseándose por varios programas de América, apuntando contra Robles y asegurando que la denuncia fue un invento de Juanita. Después del escándalo, Tinelli decidió resguardarse y no solo no volvió a su programa, sino que decidió darlo por terminado.
Una gran denuncia mediática sin sustento legal
Este año, Viviana Canosa tuvo un breve paso por la pantalla de Eltrece. Y en la primera semana en la que el ciclo, Viviana en vivo, estuvo al aire, la conductora realizó una grave y enmarañada denuncia en la que involucraba a varias figuras -Lizy Tagliani, Florencia Peña, Damián Betular, Elizabeth Vernaci y Costa, entre otras- con el abuso infantil y el tráfico de personas. Ante el revuelo mediático y las críticas que recibió por tratar un tema de semejante envergadura con liviandad, ella decidió redoblar la apuesta y llevar el tema a la Justicia.

A la salida de los tribunales, Manuel Dragani, el abogado de la expanelista de Intrusos señaló: “Denunciamos lo que teníamos que denunciar ante la fiscalía del doctor Carlos Stornelli. La causa está en secreto de sumario y no podemos adelantar nada porque tenemos que preservar la investigación”. Meses después, cuando se levantó el secreto de sumario, varios analistas aseguraron que la denuncia de Canosa era una suma de trascendidos sin ninguna prueba concreta.
Su paso por Eltrece duró poco y terminó, incluso, antes de lo anunciado. Con respecto a la causa, una vez que se levantó el secreto de sumario, Peña anunció inmediatamente que realizaría un “contraataque legal” contra la conductora y Tagliani explicó que iniciaría un juicio por calumnias e injurias.
A mediados de octubre, la Justicia liberó de todo tipo de investigación a las personalidades nombradas por Canosa, al encontrar que ninguno de los testigos presentados por la conductora los había nombrado. En noviembre, a su vez, se dispuso la suspensión del proceso que había iniciado la conductora de La Peña de Morfi, pero Tagliani decidió presentar un recurso de apelación.“Queremos el debate y la retractación pública”, aseguró Andrés Gauto, su abogado a LA NACION.
Amor de nuera

Chechu Bonelli y Darío Cvitanich estuvieron casados durante 14 años y tienen tres hijas en común, Lupe, Carmela y Amelia. La noticia de su separación sorprendió a muchos, pero mucho más sorprendió la celeridad con la que el exfutbolista anunció su romance con la diseñadora Ivana Figueras.
Tres meses después de que Cvitanich anunciara en su redes el fin de su matrimonio, Bonelli brindó una entrevista en la que aseguró que fue él quien tomó la decisión y afirmó que su gran error fue haber “asumido tareas que le correspondían al hombre” y descuidar su “rol femenino”.

Y cuando todo indicaba que ambos habían podido encausar sus vidas, otra entrevista desató un escándalo que fue escalando en las redes. A principio de diciembre, Bonelli estuvo en el canal de streaming La Casa y reveló que extrañaba mucho a su exsuegra y que la habían “invitado” a no tener más vínculo con ella. Algunas de sus declaraciones enfurecieron a su ex, que salió a cruzarla en redes. Lo mismo sucedió con Ivana Figueiras que, cansada de ser acusada como “la tercera en discordia” en esta separación, habló del calvario que estaba viviendo hace meses y dejó entrever que su relación con el deportista había terminado. Además, la diseñadora aseguró que el entorno de Bonelli le comentaban sus publicaciones y hasta llegaron a amenazarla de muerte.

Cvitanich, a su vez, compartió en sus redes sociales un video primero junto a su actual pareja y escribió: “Te amo. Gracias por todo...”. Acto seguido sacó captura a uno de los titulares que generó Chechu Bonelli y le dijo: “¡Mirá qué bueno! Querías hacerle pagar los pasajes a mi mamá cuando viajaba. Mejor no sigo. Con mi familia, con mi pareja y mi vida no“.
La historia sin fin

La historia de amor/odio entre Wanda Nara y Mauro Icardi tiene cientos de capítulos mediáticos y judiciales, pero en marzo se produjo el episodio más escandaloso, cuando el futbolista y la conductora protagonizaron un tenso episodio en el Chateau Libertador, edificio donde ella vive.
Todo comenzó el futbolista fue a retirar a las hijas de ambos, Isabella y Francesca, al colegio, después de haber estado 60 días sin verlas. Al encontrarse también con las mascotas de las nenas, decidió llevarlas de regreso al domicilio de Nara bajo el argumento de que era peligroso que estén en su casa, sin la seguridad correcta para los animales.

Al ver que Francesca e Isabella no regresaba a la camioneta, para poder irse, Icardi subió a buscarlas y la situación escaló rápidamente, con gritos, llanto y la intervención policial, hecho que dejó a las nenas en el centro de la disputa. Además, como consecuencia, el futbolista de 33 años quedó imputado por hostigamiento agravado. El abogado de Nara, Nicolás Payarola, sostuvo que hubo forcejeos y que el futbolista “revoleó a las mascotas, empujó a las empleadas y a Wanda”. Además, por lo que se pudo ver en una serie de videos que llegaron a las redes, las menores, en medio de un ataque de llano, remarcaron no querer irse con su padre y le pidieron ayuda a la policía allí presente. A su vez, tuvieron que recibir asistencia psicológica para sobrellevar el mal momento.
“El papá del año”

María Eugenia “China” Suárez, la actual novia del futbolista rosarino, no solo es un personaje secundario en el culebrón con Wanda Nara. Ella es la protagonista de su propia historia escandalosa con el padre de sus dos hijos menores, Amancio, de 5 años, y Magnolia, de 7,el actor chileno Benjamín Vicuña.
Si bien todo parecía indicar que se habían separado en buenos términos y que mantenían una relación cordial por el bien de los pequeños, cuando la actriz decidió instalarse en Turquía junto a Icardi, y llevarse con ella a sus hijos, todo se complicó: a principio de julio, luego de que Vicuña le revocara el permiso permanente para sacar a sus hijos del país, la China recurrió a sus redes sociales para hacer un furioso descargo.
“’El papá del año’. Quien no habla con la prensa porque ‘no es mediático’ pero se cansa de llamar para que cuenten su versión. El Papá del año que me dejaba tirada cuando me agarre Covid con mis hijos, se fue a Chile y apagó el teléfono días para irse de joda. El que me dejaba tirada dando teta cuidándolos siempre mientras él se iba ‘de gira’”, escribió la actriz en un primer posteo en su cuenta de Instagram que compartió en aquel momento.
En un intento de descalificar a Vicuña como padre, la novia de Mauro Icardi continuó: “El papá del año, que en siete años nunca pudo levarlos de viaje (excepto a Chile) porque ‘era mucha plata’. El papá del año, a quien su hija de 2 años le pidió por la noche un vaso de agua pero como él había vuelto de una fiesta no pudo, se dio media vuelta y siguió durmiendo. El padre que pide que le saquen fotos las dos veces que va a buscarlos al colegio porque hay ‘una imagen que sostener’. El que me era infiel con una mujer mientras yo llevaba a su hijo en la panza. Quien se encargó de destruir poco a poco mi autoestima en momentos difíciles”, continuó.
“El papá del año que cuando le decía llorando que me quería separar me respondía: ‘Separate, ¿quién te va a querer con tres hijos?’ El hombre que me enseñó que los celos profesionales en la pareja existían, haciéndome sentir mal cada vez que algo me salía bien. ‘El papá del año’ que le preguntan en el colegio cuál es el juego favorito de su hijo y no lo sabe, porque cuando están en su casa, están todo el día frente a una TV con ‘una niñera por cada hijo’”, lanzó enojada.

Párrafos después, la actriz lo responsabilizó por sus problemas de salud mental: “El hombre que me hizo conocer la medicación psiquiátrica, porque era eso ó morir de tristeza y ansiedad”, expresó. Sin embargo, lo más duro de sus acusaciones siguió en un segundo posteo donde Suárez lo tildó de “adicto”. “El papá del año, que lleva a su hija a una comida/fiesta para la fotito en Instagram pero se lo pasa encerrado en el baño con sus adicciones”.
“Podría seguir capítulos enteros contando como ‘el papá del año’ me dejó completamente rota. Aceptando migajas después de ese vínculo creyendo que no merecía más que eso, pero ahora estoy fuerte”, agregó quien le dejó muy en claro que va a ir hasta las últimas consecuencias. “Y te metiste con mi maternidad, hasta acá llegaste. Me callé mucho tiempo por mis hijos, por querer sostenerles un mundo de fantasía, no más”, advirtió.
Finalmente, Suárez logró instalarse en Turquía con sus tres hijos, los dos que tuvo con Vicuña y la mayor, Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré, pero la relación con su ex nunca volvió a ser cordial.
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