La casa de una acumuladora era el “hogar” que conocía. La ayuda llegó de la mano de un grupo rescatista y de una pareja que le da “trato especial”.
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Sobrevivió siete años como pudo, sola, en una terraza, sin contacto con los humanos y aislada de los demás animales que también habitaban aquella extraña casa en el barrio de Floresta, en la ciudad de Buenos Aires. “Nos pasó el alerta una vecina y conocida de los responsables de Jazi. Por lo que pudimos averiguar sobre su situación, la perrita no recibía cuidado alguno y, lo peor de todo, era que su familia era acumuladora de animales, más que nada de gatos. Por eso no perdimos tiempo y ofrecimos hacernos cargo de ella”, relata Macarena, una de las voluntarias de Soplo de Vida, un refugio que rescata, rehabilita y da en adopción responsable a animales en situación de calle, maltrato o abandono.
Cuando las rescatistas llegaron, Jazi se mostró temerosa. Pero solo bastaron unos minutos para que pudiera comprender que aquellas personas estaban para ayudarla y cambiar su vida. En la primera consulta con el veterinario, el diagnóstico fue complejo: Jazi tiene demodexia, un tipo de sarna que se produce por la reproducción del parásito demodex, pero que no se contagia entre perros. Además, presentaba una otitis avanzada, mala nutrición, verrugas en su piel y signos de haber tenido varios partos. “Al verla, conocimos el amor más puro de todos. Desde el momento de llegar a su transito disfrutó del amor y cuidados, de comer alimento nutritivo, recibir su medicación y baños. Con solo un día de atención, empezó a mover su colita y disfrutar de su nueva vida”, agrega Macarena.
Pequeño gran gesto
Cuando Matías Toscani supo acerca de Jazi, comprendió que era hora de abrir, nuevamente, las puertas de su casa. Hace algunos años adoptó a Mausy y la perrita trajo alegría a su vida. “Las chicas de Soplo de Vida siempre necesitan hogares de tránsito para poder recuperar a la enorme cantidad de animales que ayudan. A simple vista Jazi parecía una perra muy castigada y eso a veces asusta un poco a la gente a la hora de ofrecerse, más por prejuicio que otra cosa claro... En casa, con mi pareja, veníamos notando que Mausy se aburría un poco cuando se quedaba sola y pensamos que un poco de compañía iba a ser bueno para ella. ¿Qué mejor entonces que abrir las puertas de casa a una perrita que había sufrido en su pasado? Para sorpresa de todos, Jazi resultó ser una perra super dócil, dulce, cariñosa y agradecida”, cuenta entusiasmado.
La adaptación entre las perritas fue muy rápida. Mausy tiene un excelente carácter, generalmente no le gustan los perros bochincheros. Jazi es súper tranquila, por lo cual no tuvieron cruce de ningún tipo. “Mausy la busca para jugar pero Jazi simplemente no sabe cómo, quizás porque nunca nadie jugó con ella. Por eso la mira, como tratando de entender qué quiere esa perra loca con el peluche en la boca dando saltos por la casa. Eso sí, cuando Mausy sale corriendo ella la sigue de cerca por las dudas con la cola girando descontrolada, están felices juntas”.
El día en el departamento de Villa Urquiza donde conviven los dos humanos y las perras arranca temprano. Después del desayuno, llega el primer paseo del día. Mausy marca el ritmo y Jazi la sigue, se acostumbró rápido a la rutina diaria y hace sus necesidades afuera. “Se quedan solas hasta la tarde que volvemos a salir a pasear pero ya con algo más de tiempo para jugar un poco en la plaza. Jazi no es muy juguetona pero busca el cariño de todo el que pasa mientras mueve la cola y espera una caricia en respuesta”, aclara Matías. El resto de la tarde se lleva a pura siesta hasta que se acerca la hora de la comida y ¡ya las orejas y hocicos apuntan a la cocina! “Cenamos con la marca personal que nos hacen las dos, siempre a la espera de algún bocado”. Un rato más tarde llega finalmente el paseo nocturno para ir todos a dormir bien comidos y relajados.
Adoptar con el corazón
Pronto Jazi estará lista para irse en adopción. Ya logró recuperarse de la otitis -tuvo un tratamiento con gotas y limpieza con hisopos y se dejaba sin quejarse-. También debe continuar con baños semanales con un shampoo especial para recuperar bien su piel y su pelaje. Se deja bañar sin hacer ningún drama, se queda quietita confiando en quien la trate.
Su transitante, Matías, reconoce que es una perra ideal tanto para familias numerosas o incluso para una persona que viva sola ya que no demanda ningún tipo de cuidado particular. Aunque, conociéndola, confiesa que cree que lo que más feliz la haría es una familia con personas grandes que la puedan tener todo el día a upa dándole caricias, también con chicos de cualquier edad que le estén todo el tiempo encima porque ella ama ser el foco de atención y los mimos.
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